Lo dijo Juan Muzzolón, ex detenido político y testigo en el proceso judicial por la desaparición y crimen de Gabriel Braunstein. Añadió que a partir de febrero de 1974 los distintos grupos paramilitares actuaron en Río Cuarto y el sur de Córdoba.
Juan Muzzolón, ex detenido político durante la dictadura militar y uno de los testigos en el proceso judicial por la desaparición de Gabriel Braustein, manifestó que al riocuartense lo secuestraron “por su inclaudicable solidaridad con los presos políticos que estábamos alojados en la cárcel”.
Muzzolón hizo alusión a la participación popular para evitar que el «Navarrazo” que había eyectado del gobierno de la provincia de Córdoba a Ricardo Obregón Cano y Atilio López -asesinado por la Triple A en septiembre de 1974- y luego hiciera lo propio con el intendente Julio Humberto Mugnaini.
Sostuvo que «se produjeron diferentes ataques contra militantes populares en el barrio El Acordeón, Moderno y otros sectores de la periferia donde se realizaban trabajos de promoción social y política, al tiempo que se producía la detención del docente universitario Daniel Rodríguez, primer preso político que se registra en Río Cuarto durante el gobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón».
Según publica la agencia de noticias de la CTA, el militante social recordó que Braunstein había firmado una solicitada en los diarios locales cuestionando al juez federal de entonces, de apellido Aliaga García, por haber permitido que la policía lo sacara a Muzzolón de la unidad penitenciaria para torturarlo.
Añadió que a partir de febrero de 1974 los distintos grupos paramilitares que actuaron en Río Cuarto y el sur de Córdoba bajo distintas denominaciones como “Brigada Antiterrorista”; “Comando de Moralidad Juan XXIII” o la “Triple A” eran en todos los casos conducidos por el tristemente célebre Miguel Ángel el “Gato” Gómez, represor actualmente en prisión condenado por las torturas y asesinatos perpetrados en la D-2 de Investigaciones de la Policía de la Provincia en la ciudad de Córdoba.
“En aquel entonces –rememora Muzzolón- los sectores de poder ligados al campo y a las finanzas manejaban todo el movimiento de la ciudad. Se cobraban tasas de interés que impedían la instalación de establecimientos fabriles. Incluso, se decidió radicar el Campus de la Universidad Nacional de Río Cuarto a 7 kilómetros de la ciudad para que no pudiera influenciar en la vida ciudadana”, remarcó.
La denuncia por la desaparición de Braunstein apunta principalmente a Menéndez, y en la cadena de mando también se encuentran José Antonio Vaquero, Oscar Bolasini, Juan Bautista Sassiaín (ya fallecido), y el jefe de Distrito Militar Río IV Comandante de la Brigada Antiguerrilla Teniente Coronel Hermes Vicente Gutiérrez.
Entre los hechos clave de la causa, se destaca que el día anterior a su secuestro Braunstein había pasado por la delegación local de la Policía Federal para hacer los trámites del pasaporte. En la dependencia se encontraban policías que, según otras causas, tuvieron intervención en numerosas detenciones y torturas en la ciudad.
Esa noche, cuando ya habían pasado unos minutos del día 10 de junio de 1976, personal armado irrumpió en su domicilio de calle Vélez Sarsfield al 200 y lo secuestraron. Horas más tarde, conocidos del militante por los derechos de los presos políticos se presentaron en la dependencia policial, pero no recibieron la denuncia de su desaparición. Fue recién en la departamental en la que se asentó la presentación.