El pasado viernes, el director de Gamsur Hugo Díaz reconoció en diálogo con Telediario que aún siguen negociando aspectos clave de la cesión del contrato de recolección de residuos a Cotreco. La urgencia por derivar la prestación dejó una estela de puntos inconclusos que comenzaron a hacer eclosión.
Uno de los ejes era el número de trabajadores que asumiría la nueva prestataria. Entre la mixta y la firma cordobesa acordaron que fueran 231, sin embargo en Gamsur trabajaban 262 empleados de Surrbac, según sostienen desde el gremio. La diferencia de 31 afiliados que Cotreco se resiste a sumar a su planta provocó un paro que se anticipa por tiempo indeterminado.
No es el único interrogante que se desprende del convenio que a cuentagotas se conoce en su letra chica. Todavía tampoco ha sido resuelto el número de maquinarias que se derivarán ni las condiciones en las que se venderán ó alquilarán los rodados. Solo se confirmó la cesión de leasing por los nuevos camiones que había gestionado el presidente en licencia, José Lago.
La incertidumbre provocó el alerta de los socios privados que temen ser co – responsables de un eventual accidente con maquinarias ó vehículos en manos de una firma que todavía no es dueña de las unidades.
Ni siquiera queda claro el momento en el que Gamsur se deberá mudar de la sede que inauguró hace apenas dos meses. Trabajan contrarreloj para acordar un nuevo alquiler en un predio de Banda Norte, en el que se deberán trasladar inmuebles y redes informáticas.
Así de rápido, impredecible y confuso fue el proceso en el que un contrato por más de 350 millones de pesos durante 6 años se otorgó sin licitación, en un abrir y cerrar de ojos.
La explicación oficial del intendente Juan Jure era que las deudas y la relación con el gremio Surrbac condicionaban la viabilidad de Gamsur. Los acreedores seguirán dependiendo de la empresa con mayoría estatal y la conflictividad sindical parece no desaparecer.
Aunque el vínculo se trasladó a Cotreco el problema seguirá siendo de todos. La basura en las calles golpea las puertas del Palacio de Mójica antes que en la aún desconocida Cotreco.
Con las encuestas en la mano, Jure evaluó que la gente tenía una mala imagen del accionar de Surrbac y respaldaba su decisión. Además, sostenía el aval a la calidad de servicio de Gamsur. El sondeo significó un guiño suficiente para el Ejecutivo.
Pasaron apenas algunos días entre lo que iba a ser una solución definitiva y la espiral de permanentes crisis en Gamsur, que ahora reflotó con la basura en las calles. Cada vez resulta más difícil sostener para el Ejecutivo la premisa de que pese a los conflictos el servicio se cumple.
Por Pablo Callejón (callejonpablo@yahoo.com.ar)
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Por suerte queda Jure para rato, es el primer intendente en hacerse cargo (sin necesidad) del déficit habitacional que padecemos los riocuartenses. Es el primer intendente que pone a la educación por encima de todo lo demás, dejando de lado intereses electoralistas y gastando en lo que realmente hace falta. Porque gracias a la política demagógica y inescrupulosa de los gobernantes provinciales, que prefirieron hacer monumentos, azudes, casinos, puentes, rebajar los impuestos, ahora no cobrar el boleto a los docentes y alumnos sin distincion de realidad económica, Río Cuarto pasó a estar en manos de unos pocos y los que nos rompemos el lomo laburando día a día, nos vemos obligados a pagar alquileres sobreevaluados. Fuerza Intendente, no le haga caso al boludaje!!!!!
Cuando el Intendente va a aceptar que se equivocó. Pero no solamente en el tema GAMSUR, sino en todo. Desde que Jure es Intendente no hizo una bien. A no ser que el piense que aumentar los impuestos como lo hizo al principio y aumentarse los sueldos exageraramente fueron cosas importantes o buenas. Jure,¿cuando te vas?
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