Dictado por el prestigioso académico y analista internacional Julio Gambina, comenzó en la Universidad Nacional de Río Cuarto el curso extracurricular de posgrado “Crisis capitalista y alternativas para Nuestramérica” organizado por la Facultad de Ciencias Económicas y la Asociación Gremial Docente (AGD).
En ese marco, el rector Marcelo Ruiz recibió este martes al destacado visitante, quien llegó acompañado del secretario general de la Asociación Gremial Docente de la UNRC, Jorge Adaro.
Tras el encuentro con el rector Marcelo Ruiz, con quien dialogó sobre aspectos de la realidad política, económica y gremial del país, Gambina consideró que “la Argentina, desde 2001, hizo manifiesta una crisis política que aún no está terminada, sino que por el contrario continúa. Incluso, el resultado de las primarias, aunque el 50 por ciento haya elegido una opción gubernamental, pone de manifiesto la continuidad de esa crisis política”.
En el plano gremial, en tanto, el doctor Gambina destacó que la CTA marcó la necesidad de “ir hacia un nuevo modelo sindical”. En este sentido, sostuvo que “la CTA tiene la virtud de que es una Central de Trabajadores, no es una central de sindicatos. La mitad de los afiliados actuales de la CTA son afiliados directos, son individuos, personas, hombres y mujeres. La CTA agrupa a organizaciones de pueblos originarios, a movimientos de jubilados, a organizaciones territoriales. El modelo sindical de la CTA rompe con la tradición de sindicatos en relación regular. No es que la CTA no quiera que haya regularización del empleo, lucha por eso, pero la realidad es que la mayoría de los trabajadores está en situación irregular”.
“Esto remarcó el reconocido visitante- está siendo mirado en todo el mundo porque las protestas de los trabajadores sindicalizados o no sindicalizados se generalizan”.
Julio Gambina es doctor en Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas (FISYP) e integrante del Comité Directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). También, participa como miembro del Consejo Académico de ATTAC-Argentina y dirige el Centro de Estudios de Formación de la Federación Judicial Argentina.
Crisis capitalista
Gambina precisó que el eje central del curso que está dictando en la Universidad es la crisis capitalista contemporánea y la discusión sobre las alternativas.
“Ello –indicó- supone primero una discusión a fondo sobre el diagnóstico del fenómeno de la crisis, pensada como una crisis integral, una crisis del sistema capitalista, que supone distintas facetas, como financiera (caída de bolsas, de bancos, etcétera), crisis económica (problemas que impactan en el crecimiento de los países, en empresas productivas), pero también crisis alimentaria, que contradictoriamente a un momento de expansión de la producción agropecuaria, según la FAO, organización especializada en el tema de alimentos de las Naciones Unidas, hay 1.020 millones de personas hambrientas a 2009”.
“El impacto de la desaceleración de la economía o de la recesión productiva –dijo el académico- no sólo genera esta contradicción de muchos alimentos y hambrientos en el mundo, sino que al mismo tiempo hay una expansión de la producción y, según la OIT, un tercio de la fuerza de trabajo mundial tiene problemas de empleo, o de salario, o de precarización, y por eso nos encontramos con una crisis financiera, económica, alimentaria, pero también una crisis en los procesos productivos, que genera una desalineación entre los productores y los consumidores, entre los trabajadores, el proceso de trabajo y el producto final. Por eso –agregó- también es una crisis energética, donde hay un límite muy serio para la producción de hidrocarburos, que es la base material como insumo estratégico de la producción contemporánea. Hay un agotamiento de las reservas naturales de petróleo y por lo tanto hay que buscar fuentes alternativas. Y este uso intensivo del petróleo y de la revolución productiva en el agro y de los mecanismos derivados del modelo productivo actual genera una crisis medioambiental”.