Schiaretti llega a Río Cuarto para inaugurar la Alcaidía en la sede de la Departamental

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Las reformas se produjeron luego del escándalo por venta de drogas y alcohol que será llevado a juicio este año. Tras el hecho, se modificó la cúpula de la jefatura policial en la ciudad, que estaba a cargo del comisario mayor Walter Albello y el comisario Rafael Filippa.

El gobernador Juan Schiaretti llega este miércoles a Río Cuarto para inaugurar la Alcaidía en la sede de la Unidad Departamental.
Las reformas en el centro de reclusión policial se produjeron luego del escándalo por venta de drogas y alcohol que será llevado a juicio este año. El fiscal Julio Rivero decidió elevar la causa con la imputación de José María Auce y Oscar Ernesto Gutierrez, acusados de ser presuntos coautores de los delitos de Peculado y Vejámenes.
Tras el hecho, se modificó la cúpula de la jefatura policial en la ciudad, que estaba a cargo del comisario mayor Walter Albello y el comisario Rafael Filippa.

Reformas

*   Se plantearon áreas según los usuarios del sistema: mujeres – varones – menores y contraventores.  Se localizaron patios propios de cada sector, además de un patio central, uno con visitas y otro de la guardia inclusive, tratando de mejorar las condiciones de iluminación y ventilación.
*   Se contará con capacidad para 40 usuarios: 18 (P. Baja) y 12 (P. alta) detenidos, en base al reducido espacio existente.
*    Los patios contarán con rejas superiores de seguridad.
*    Se remodelaron también el sector de guardia policial anexando sanitarios, remodelando el sector de dormitorio y depósitos sin agregar m2 cubiertos.
*    Se construyeron sanitarios para los detenidos en total: tres en planta baja, S° mujeres, hombres y menores. En planta alta: dos (2) Sanitarios: para contraventores en planta alta.
*    Se constriyeron todas las instalaciones a nuevo: agua fría, caliente, cloacas, gas y servicio contra incendio, son sector a ampliar en 2° piso para localización de tanques de agua y termo tanques.
*    La ampliación consistió en planta baja en el sector de locutorios y sector de visitas. En 2° piso se continua escalera para albergar las nuevas instalaciones y el personal operativo, para funcionamiento de sanitarios de detenidos, con estructura liviana según los planos.
*    Se terminaron con cemento rodillado los pisos de los patios y secrtor de sanitarios detenidos.
*    Se planteó un sector especifico para la recepción y control de alimentos y comidas para sector detenidos
*   Se reforzó el sector de patios con altura suficiente para instalación de rejas superiores de seguridad

Venta ilegal de drogas y alcohol

La investigación por lo ocurrido en la Alcaidía surgió entre el 27 y el 28 de enero, cuando el oficial José Auce, quien estaba a cargo de la guadia “habría ingresado al consultorio médico de la dependencia policial y sustrajo una cantidad no determinada de psicofármacos en pastillas, entre ellas píldoras de “Clonazepan 2 mg” y Alprazolam”.
También, Auce habría retirado “una cantidad no precisada de alcohol etílico que se encontraba allí para ser suministrada por personal policial a ciertos detenidos bajo prescripción médica”.
El agente, hijo de policía y oriundo de Córdoba capital,  comercializó las drogas a una veintena de alojados en la Celda 13. Vendía a cincuenta pesos el alcohol y a treinta pesos las pastillas que eran mezcladas por los internos con agua y jugo de naranja.
El principal sospechoso habría entregado 14 dosis a tres mujeres a quien les canjeaba las drogas por besos. Una de las internas de nombre Anabella, consumió una medida excesiva de psicofármacos por lo que debió ser hospitalizada.
El comisario Sayago había relatado que el médico Ribecky “notó ciertas alteraciones en los detenidos y que dos mujeres le habían comentado que “el más delgadito” de los efectivos de guardia les había entregado,  a cambio de dinero, ciertas pastillas verdes, blancas y otras de otro color, y les había proporcionado también alcohol etílico”.
Por su parte, Nancy Carena precisó que Anabella “comenzó a convulsionar y a despedir saliva por la boca”. Aunque llamó toda la noche a los efectivos para que ayudaran a la joven, “nadie se acercó”.
“A las 11 de la mañana del otro día un médico revisó a la chica pero la trasladaron al Hospital a las 19 horas”, destacó Nancy. En el nosocomio se detectó “embriagamiento químico”. La paciente había salvado su vida y el escándalo se conocía más allá de los límites de lo que debería ser el lugar más vigilado de la ciudad.

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