A diferencia del 2007, la oposición reconocio la derrota y se evitó un nuevo papelón. Es cierto que se debía privilegiar la certeza por sobre la celeridad, pero en una eventual paridad de los resultados la situación hubiera derivado en un escándalo similar al 2007.
Cuando Luís Juez y Oscar Aguad se presentaron ante sus adherentes y reconocieron la derrota muchos en el Correo Argentino deben haber respirado aliviados. A esa altura de la noche solo se conocía el 2,5 por ciento de los votos escrutados y el sistema del escrutinio sumaba un nuevo papelón.
Es cierto que se debía privilegiar la certeza por sobre la celeridad, pero en una eventual paridad de los resultados la situación hubiera derivado en un escándalo similar al 2007.
Los resultados finales se conocerían a las 11 de la mañana del lunes, una demora inexplicable e injustificable. Las fallas técnicas parecen penosa consecuencia de un trabajo que se prometió como fiable y terminó con una dilación preocupante.
El presidente del Tribunal Superior de Justicia, Domingo Sesín, responsabilizó al Correo Argentino por la demora en el escrutinio de la elección de gobernador de la Provincia, en la que se impuso el candidato justicialista José Manuel de la Sota. Lo mismo había ocurrido en 2007.
“El Correo tiene responsabilidad por falta de pericia para saber solucionar a tiempo los problemas”, señaló en declaraciones radiales.
Sesín fundamentó la elección de esa compañía en que “era una de las de menores precios y por los antecedentes de otras provincias”.
“En Santa Fe anduvo perfecto, también en Buenos Aires. Y viene justo a equivocarse en Córdoba, ese es el inconveniente más grave. Es casi la única empresa que puede proveer este sistema en forma completa. El Correo llega a toda la provincia», agregó.
Sesín insistió en que «en principio, el único inconveniente que se ha registrado es la demora”.