EJEMPLO DE VIDA

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Cintia Soledad Prieto recibió su diploma de egreso del colegio primario al que concurre, tras nueve años de gran esfuerzo en los que atravesó 26 cirugías por padecer mielomeningocele«Estoy un poco triste, fueron 9 años que se me hicieron bastante cortos. Acá yo dí todo porque tenía el apoyo de todos».
Cintia Soledad Prieto tiene 14 años y es flamante egresada de la Escuela Arzobispo Espinoza donde además recibió un diploma «al esfuerzo y la perseverancia en el transcurso del nivel primario». Es que la niña padece de la enfermedad de mielomeningocele y ha debido soportar en su corta vida 26 cirugías «en todo el cuerpo», como dice su madre.
Cintia es la menor de 3 hermanos, su papá es desocupado y la familia sobrevive por un Plan Jefe de Familia que recibe su padre. «Fue muy duro, con mucho sacrificio porque no teníamos cómo traerla a la escuela, lo hacíamos en moto pero cuando no se podía la teníamos que trasladar en remisse», cuenta su mamá. «No queríamos que faltara a la escuela, solo faltó por sus problemas de salud. Por eso terminó a esta edad porque nunca se llevó un año».
El acto académico de cierre del ciclo lectivo en la Escuela Arzobispo Espinoza no fue igual al de otros años porque todos los presentes se emocionaron hasta las lágrimas cuando Cintia recibió su diploma, ayudándose con un andador para llegar hasta la maestra que le entregó el certificado.
Graciela Guzmán, su maestra de grado, recuerda que «es de destacar todo su esfuerzo y pérseverancia por todo lo que ha hecho Cintia y su familia. Ella iba a un Centro de Rehabilitación de 7 a 12 hs. y por la tarde venía a la escuela pese al cansancio. Su alegría y entusiasmo, sus ganas de venir todos los días son muy valiosos de destacar. Ella ha sabido ganarse un lugar en el corazón de nosotros y de todos sus compañeros».
Cintia desea continuar con sus estudios pero tiene el impedimento de que debe usar un mueble especial como banco por los aparatos que utiliza para desplazarse. Su madre, preocupada, acudió a las autoridades de la escuela porque su hija deseaba proseguir sus estudios en un secundario de Barrio Alberdi pero no había sido aceptada. Ante el llamado público a «mis colegas de los CBU del barrio», como pide Estela Jaime, la directora del Establecimiento, fueron varios los llamados que se recibieron en la producción de Telediario e incluso el fiscal municipal, conmovido por la historia de la pequeña, realizó una gestión mediante la cual fue informado de que en el IPEM 26, ubicado en Belisario Roldán y Pedro Goyena, se le daría un lugar a la niña y que su madre debía concurrir a ese colegio el lunes a las 9 hs. para iniciar los trámites de la inscripción. Otros establecimientos educativos de la ciudad ofrecieron becas completas para que Cintia no abandone su idea de continuar estudiando. «Es que quiero seguir porque no quiero quedarme en mi casa, me hace mal y por eso prefiero seguir estudiando.(…) Las fuerzas que no tenía las dí acá y quiero continuar…»

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