Redacción Telediario Digital – El informe del Centro Nacional para el Análisis de Crímenes Violentos, elaborado por dos agentes del FBI que evaluaron la escena donde asesinaron a Nora Dalmasso, revela que «los familiares y allegados tienen coartadas sólidas».
Tras el arribo del estudio genético del Centro de Ciencias Forenses, en el que se advirtió el hallazgo de ADN de Marcelo Macarrón en la zona genital de la víctima y en la cama donde reposaba el cadáver, el fiscal de Instrucción Javier Di Santo direccionó los esfuerzos a intentar profundizar la actividad del viudo durante la jornada del homicidio.
Poco aportaron quienes acompañaron a Macarrón en el exclusivo parador de Golf en Punta del Este y el abogado de Facundo, Marcelo Brito, instaló la sospecha sobre un presunto ADN en la zona genital de Nora que no habría sido precisado por los expertos norteamericanos.
Ahora, se suma el informe del FBI, en el que se advierte que el móvil del crímen sería de tipo sexual, complicando la profundización de la pista que apunta a Macarrón.
Según confiaron altas fuentes judiciales a TD Digital, el estudio que envió Estados Unidos estaba escrito en español y en sus conclusiones se precisó que «no sustituyen una investigación exhaustiva, ni debe verse como un resultado final».
Para el FBI, «no existen dos perfiles criminales que sean exactamente iguales» y aclaran que se basaron en información disponible hasta el momento de la inspección en la vivienda de la Villa Golf, donde ocurrió el homicidio. Esto implica el desconocimiento de los resultados genéticos y el hallazgo de los ADN.
Definiciones
Los expertos del FBI sostuvieron que Nora fue sorprendida por el asesino la noche tormentosa del 25 de noviembre del 2006. Cuando el homicida la atacó «estaba por entregarse al descanso y se había quitado el maquillaje».
El criminal sabía que Nora estaba sola y actuó en consecuencia, aprovechando las indefensión de la víctima.
Refieren que «este tipo de asesinato de mujeres incluyen como razones más frecuentes las sexuales, económicas y personales»
«Cómo no se advierten motivos económicos y personales, muy posiblemente sería un crimen de tipo sexual. Algunos indicadores de lesiones en las manos y en la zona vaginal podrían deberse a un ataque sexual», sostuvieron.
Para el FBI, una sola persona fue el autor porque no se observa desorden en la escena del crimen – la habitación del primer piso donde habitualmente dormía Valentina, hija de Nora- . Sin embargo, los investigadores locales reparan en las 36 horas que transcurrieron hasta el hallazgo del cadáver y no descartan que el asesino pudiera volver a la casa para eliminar pruebas y acomodar el lugar.
Sospechosos
Los analistas estadounidenses afirmaron que en busca de posibles sospechosos debería reducirse el número de opciones y cada uno de los posibles implicados «debe entrevistarse meticulosamente». Incluyen en la propuesta la utilización de un detector de mentiras, algo que es inconstitucional en Argentina.
«Todos los hombres que trabajaron en la residencia de Dalmasso deben ser investigados y se deben verificar sus antecedentes penales», sostuvieron. Desde la Fiscalía de Di Santo habían asegurado que esto ya se produjo, aunque todavía no descartan indagar aún más en la línea que ya derivó en la detención e imputación del «perejil» Gastón Zárate, quien cuatro años después fue desincriminado del caso.
Desde el FBI desestiman la posibilidad de que sean familiares ó allegados los autores del homicidio «porque tienen coartadas sólidas». De todos modos, reconocen que «nuevos elementos que se incorporen a la investigación podrían hacer variar este enfoque».
El informe de ADN podría constituir esa variable de cambio que aún intenta revelar en su total magnitud el fiscal Di Santo. El cuestionario con ocho preguntas remitido al Ceprocor apunta a dilucidar aspectos cruciales del análisis del Centro de Estudios Forenses de la Florida, como el tiempo de permanencia de semen en el cuerpo de la víctima y datos sobre los ADN aún no identificados.
En la conclusión final, el FBI «aplaude la meticulosa investigación que se ha realizado en la Argentina» aunque deja varios interrogantes inconclusos sobre una causa que después de casi cinco años parece cercada por la incertidumbre.
Sin móvil del hecho, con varias hipótesis indefinidas, imputados sobreseídos ó a punto de serlo, sospechosos con coartadas infranqueables, el agotamiento de informes genéticos y periciales y testimonios que nada aportan para quebrar el marco de silencio sobre el crimen, la muerte de Nora Dalmasso parece destinada a la perpetua impunidad.
Por Pablo Callejón (callejonpablo@yahoo.com.ar)
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