Lo tenía ganado… Dio vuelta el 0-1 con goles de Santa Cruz y Haedo, pero durmió al final.Los goles de Brasil se escucharon como se escuchan los goles de visitantes. Bajito. Allá a los lejos. El 2-1 de Paraguay, uffff. No fue el de Maidana en la Conmebol que ganó Talleres en el ‘99, claro. Tampoco el de Sosa en la final del ‘98 que Belgrano remontó. Y menos el de Riggio en el ascenso de Instituto en 2004.
Pero, el de Haedo Valdéz se sintió bien fuerte. Es que los locales paraguayos estaban en el cielo: le daban vuelta el partido a Brasil y lograban un triunfazo histórico. Y, como si fuera poco, dejaban al borde de la eliminación a los verdemarillos.
La tarde del Kempes no podía ser mejor para los guaraníes. Pero Brasil es Brasil. Y, sin jugar bien, se lo empató en la última jugada con un remate de Fred.
Es guapo el Paraguay de Martino. Se la banca. No le tuvo respeto al pentacampeón mundial y si no lo ganó al partido fue por falta de oficio para pinchar la pelota en los últimos minutos. El bloque defensivo de los paraguayos funcionó muy bien hasta ese crítico minuto 44 del segundo tiempo.
Hasta entonces, anuló al lírico Ganso y le opuso rigor a los habilidosos Pato y Neymar. Ortigoza, el volante de San Lorenzo, se comió la cancha. Es un raro caso el de él. Parece lento, pero llega a todas. Siempre está bien ubicado para recibir y entregar con criterio.
Es el primer pase de un equipo que salió siempre bien por el costado de Estigarribia, un volante por izquierda de esos que escasean en el fútbol actual: le puso el pase gol a Santa Cruz en el 1-0.
Arriba, los grandotes Santa Cruz y Lucas Barrios se las arreglaron como pudieron. Fue mucho más el 9, pese a que en el PT se comió un gol imposible de errar. En tanto, el argentino nacionalizado paraguayo salió en el segundo tiempo: fue reemplazado por el determinante Haedo Valdez, quien metiendo el pecho, logró el 2-1 a los 21.
¿Por qué ganaba Brasil en el primer tiempo? Por un derechazo de Jadson, que venía sin dar pie con bola. ¿El Dani Alves del Barcelona? No se pareció al de Barcelona: perdió la pelota en el gol de Haedo. Se ve que ningún jugador del Barcelona se parece a cuando juega en el Barcelona, ¿no? Nada más de Brasil. En realidad, sí, esa media vuelta de Fred que dejó clavado a Justo Villar, un arquero que siempre llegó justo a tiempo a las que le tiraron.
La conclusión del final: Ay, Paraguay, el partido que se te fue…