Siempre que aparecen temas polémicos en base a la actividad futbolística, Ricardo Caruso Lombardi es buscado por todos los medios para opinar al respecto. En esta oportunidad, consultado por el descenso de River por Radio La Red, el todavía director técnico de Quilmes dejó sus sensaciones: «Ahora va a ser otra cosa, tendrá que ir a las canchas de Merlo, Defensa y Justicia, Patronato. ¿Cómo se van a sentir los jugadores que están acostumbrados a otra cosa? No tenés tantos espacios para jugar como en Primera A».
«El Tano» contó que hoy tendrá una reunión con Aníbal Fernández, quien también es dirigente de Quilmes, para resolver su continuidad en la divisional, ante la pérdida de la categoría del «Cervecero». Caruso ya había avisado que no quería seguir en Segunda, pero los directivos intentarán convencerlo. «Si aparece River sería muy difícil decirle que no, sería lo máximo. Estuve 15 años en el ascenso y 5 en Primera, conozco un poco de todo», analizó.
El entrenador asumió en el elenco del Sur del Gran Buenos Aires cuando todos lo daban por descendido y realizó una campaña muy buena, a tal punto que llegó a la jornada 19 con chances concretas de evitar bajar. «En la B te van a meter 40 centros por partidos. Se va a tener que armar un equipo con jugadores más altos, pero que a la vez te sirvan para jugar de otra manera como local. El paladar de River no va a poder ser el mismo, en algunas canchas se va a tener que poner el overol», continuó opinando.
Luego fue consultado sobre los jugadores que deberían ser elegidos para reforzar el plantel, y dijo que «algunos de Primera va a tener que haber, eso seguro». Además, adelantó que Alexis Ferrero y Jonatan Maidana, que pasaron por el fútbol de ascenso, podrían jugar el semestre que viene, aunque al resto, «le costaría muchísimo».
Y por último, tras contar que él fue quien le recomendó a Ricardo Zielinski la incorporación de Ribair Rodríguez y Claudio Pérez, sentenció que «Lamela puede jugar en la B, pero vamos a ver si lo hace de la misma manera. Ahí meten como loco. Te agarran los centrales de Boca Unidos, que miden dos metros y te matan».