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Se jugaban 41 minutos de la segunda etapa, cuando el técnico del Basilea decidió rendirle un pequeño homenaje. Con el 3-0 parcial ante Lucerna y el título asegurado realizó el último cambio de su equipo. El cartel electrónico indicaba que dejaba la cancha el número 1, el arquero. Estamos hablando de Franco Costanzo, el capitán e ídolo de los hinchas de uno de los equipos más populares de Suiza.
El River se sacó los guantes y agradeció la ovación del público. Se sacó el buzo y mostró la remera que tenía debajo que decía «Gracias Basel». Enseguida llegaron sus compañeros. Todos lo abrazaron y saludaron. Antes de dejar el campo de juego le dio la mano al árbitro Massimo Busacca y luego le dio paso al suplente, Yan Sommer. Llegó al banco de suplentes y recibió el afecto del todo el cuerpo técnico. Se sentó y lloró de emoción.
Minutos más tarde, Basilea se consagraba campeón por 14° vez en su historia.Fue el partido despedida para Costanzo: «Estoy muy triste. No hubo acuerdo y no renovaré mi contrato. A fin de torneo, dejaré el club», había escrito en su cuenta de Twitter el ex arquero de la Selección. Por las dudas, agregó que «Por el momento, no creo que vuelva a la Argentina. Tengo ofertas de clubes de Europa, que no las tuve en cuenta porque Basilea era mi prioridad».