Lo dijo el juez González Castellanos a TD Digital. Confió en que «estaría próximo a ser ubicado». Señaló que la causa «no prescribió» y resaltó que el médico acusado de homicidio «ya no tiene abogado»
ANTICIPO TD – «Hay datos muy precisos sobre donde se va dirigiendo el doctor (Jorge) Godoy Martorelli», señaló a TD Digital el juez Carlos González Castellanos, al hacer alusión al médico riocuartense acusado de homicidio culposo.
Godoy Martorelli permanece prófugo de la Justicia que espera su detención para juzgarlo por la muerte de una mujer que se sometió a una cirugía estética en su clínica.
«El imputado está próximo a ser ubicado y cuando esto ocurra se realizará el juicio. Hemos estado muy cerca de detenerlo pero escapó poco antes. Sin embargo, hay datos precisos sobre sus últimos movimientos», sostuvo González Castellanos, quien ratificó que siguen instrumentándose medidas para dar con el paradero del acusado.
«La causa no ha prescripto porque la posibilidad se interrumpió cuando se produjo a la elevación a juicio de la causa. A partir de ese momento se define el tiempo con el máximo de la pena y, en este caso, son cinco años», precisó.
El juez de la Cámara Segunda del Crimen señaló que «a diferencia del doctor (Bernardo) Monchamp quien se portó como un caballero en todo el proceso en el que fue juzgado y condenado, Godoy Martorelli ha intentado eludir a la Justicia».
«Nosotros confiamos en que esta situación se revierta y si el imputado lee esta nota le pedimos que se presente. Actualmente, en la causa no tiene abogado porque el letrado que lo defendía manifestó haber perdido contacto con su cliente. Si comparece se le pone de inmediato un asesor oficial», precisó.
El hecho
El 20 de noviembre del 2004, Martorelli inició una cirugía estética en su clínica de calle Moreno 303. La paciente de 58 años fue anestesiada y nunca recuperó la conciencia. Falleció luego de varios paros cardíacos en el centro médico que no contaba con las condiciones adecuadas para actuar ante una emergencia.
El profesional fue imputado de homicidio culposo por el entonces fiscal de Instrucción José Luis Cerioni, aunque mantuvo la libertad debido a que el delito es excarcelable. La familia de Ofelia Lago inició una demanda civil y Cerioni elevó la causa a juicio.
Para evitar el proceso, la defensa del cirujano planteó un pedido de probation. La suspensión del juicio a prueba exige “una indemnización razonable para la víctima” y que se decida la inhabilitación para ejercer la profesión. Martorelli, que había dejado de operar en Río Cuarto, ofreció la insignificante suma de 2 mil pesos y se negó aceptar la segunda condición por lo que siguió practicando cirugías en una clínica de San Luis.
Ante el rechazo del juez de Control y la Cámara del Crimen el caso llegó al Tribunal Superior de Justicia. Godoy Martorelli había fijado domicilio en Río Cuarto como garantía de su libertad y debía cumplir una serie de requisitos que se disponen para los procesados a la espera el juicio. A los 63 años, una posible inhabilitación por 10 años hubiera significado el final en la ejecución de su profesión.
El máximo organismo judicial de Córdoba demoró una resolución del caso y ya nadie controló al imputado. El homicidio que tiene un tiempo de prescripción de 5 años -el máximo de la pena posible- se conducía sigilosamente hacia un final previsible.
El 25 de julio de 2008 el Tribunal presidido por la doctora Aída Tarditti, con asistencia de las vocales María Esther Cafure de Battistelli y María de las Mercedes Blanc de Arabel decidieron “rechazar el pedido de suspensión del juicio a prueba formulado por Jorge Martín Godoy Martorelli, debiendo proseguir la causa según su estado”. Las actuaciones demoraron más de un año en volver a Río Cuarto.
Por Pablo Callejón (callejonpablo@yahoo.com.ar)