En esta primera entrega nuestro blogger invitado Marco Targhetta, integrante de la Fundación EGE, plantea que mayor recaudación no implica mayor cumplimiento.
Uno de los hechos recurrentes en los últimos tiempos fue el sistemático crecimiento de los niveles nominales de recaudación. Una muestra de este fenómeno se manifiesta en que la recaudación del año 2005 fue un 150 por ciento más que la correspondiente al 2001. Dentro de las explicaciones de este comportamiento se encuentran dos puntos esenciales: el efecto del aumento general de precios sobre la recaudación, el llamado impuesto inflacionario, y el fuerte crecimiento que tuvo la economía. Todo esto, sin descartar el efecto de la creación de nuevos tributos sobre la recaudación.
Sin embargo, en el trasfondo de los aumentos de recaudaciones se mantiene uno de los problemas de fondo de mayor importancia: la evasión fiscal. Como consecuencia, se utiliza este argumento a la hora de justificar ciertas herramientas de presión fiscal, algunas más mediáticas que eficaces, algunas rozando con la ilegalidad, que pretenden inducir un mayor cumplimiento.
Cuando se observan los esquemas tributarios de países vecinos, nos encontramos con ciertas cuestiones más que interesantes, como que algunos recaudan más con alícuotas impositivas menores.Estas comparaciones no implican, ni mucho menos, que una economía sea más desarrollada o mejor a la otra. Simplemente se pretende ejemplificar cómo juega la evasión en uno y otro país, y el impacto que tiene la estructura impositiva en este fenómeno.
Veamos el caso de Chile, que al igual que nuestro país tiene como tributo clave al IVA, si bien existen algunas diferencias en su esquema de aplicación.
Para el año 2005, en Argentina (con una alícuota del 21 por ciento) se logró recaudar el 7,5 por ciento del PBI. Mientras, en Chile (con una alícuota del 19 por ciento) se logró recaudar el 8,3 por ciento del PBI, y este nivel se mantuvo relativamente estable en la última década. Esto es, con una presión impositiva nominal 10 por ciento menor, recauda un 11 por ciento más.
En una segunda parte veremos cuáles pueden llegar a ser los determinantes de estas divergencias.
F. Marco TARGHETTA
Coord. Gral. Fund. EGE
info@fundacionege.org
04/05/06