La diferencia conceptual entre ser pobre o indigente para entender las cifras que periódicamente brinda el INDEC es el objetivo de este artículo de esta economista de Miembro de la Fundación de Estudios Económicos, Gubernamentales y Empresariales (EGE).
El INDEC considera “pobre” a una familia que no llega a cubrir sus necesidades alimentarias, de vestimenta y de vivienda. A esto se le llama “canasta básica total” y para el último trimestre de 2005 estaba calculada en $846,32.
Por otro lado se encuentra la “línea de indigencia”. El INDEC la define como el mínimo necesario de alimentos para cubrir las necesidades proteicas y energéticas. Hoy en día esta canasta está valuada en $ 393,02 y se la utiliza como sinónimo de “canasta básica alimentaria”. Debemos aclarar que ésta no es la única forma de medir la pobreza, también se la puede medir en términos de ingreso o en términos relativos, haciendo una comparación entre los bienes y servicios a los que tienen acceso los más y menos favorecidos en una determinada sociedad.
En 2001, con un salario real medio se podía aspirar a cuatro canastas básicas; hoy, a pesar del crecimiento del salario, la mayoría no llega a adquirir dos canastas. Los ocupados representan 9 millones 700 mil personas. De ellos, casi 4 millones y medio cobran mensualmente en promedio $500. De los restantes 5 millones 200 mil, un 70% -es decir más de 3 millones 600 mil- cobran menos de $1.442 (el promedio de los salarios en blanco). Esto explica la paradoja de que mucha gente, aún con trabajo, viva por debajo de la línea de pobreza.
Ana Laura Oliva
Miembro de la Fundación de Estudios Económicos, Gubernamentales y Empresariales (EGE).
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