Mónica Farro es una de las vedettes más elegidas, por su talento y su físico escultural. Sin embargo, ella tiene una imagen de sí misma bastante particular: “Tengo aspecto muy de travesti, así que debo llevar un hombre adentro”.
En diálogo con la revista Paparazzi, la vedette de “Bravísima” confesó que ella es la peor enemiga de su cuerpo: “Me critico todo el tiempo, pero con la intención de mejorar. Para mantenerme en forma voy al gimnasio y asisto a centros de estética. Nunca me hice una cirugía”.
A pesar de las críticas hacia su figura, a ella le gusta que la identifiquen como un símbolo sexual: “Me encanta. Lo disfruto mucho. Al principio, lo tomaba con gran responsabilidad. No salía a la calle si no estaba maquillada y peinada (…) Hoy salgo sin maquillarme y de zapatillas, porque me gusta que me vean a cara lavada. De todos modos, me fascina ser un símbolo sexual”.
arro consideró que ella atrae por su boca y su “mirada penetrante”, aunque los hombres ni se le acercan porque su físico los inhibe y porque muchos piensan que tiene una carácter fuerte.