La hipótesis fue investigada en el inicio de la causa y derivó en la imputación de Zárate. «Si van contra los otros trabajadores, voy a estar allí con ellos», advirtió Gastón Zárate. ¿Puede realizarse el cotejo de ADN sin sumar acusados?
«Si van contra los otros trabajadores, voy a estar allí con ellos», dijo Gastón Zárate a Telediario minutos después de que se le dictara el sobreseimiento por el crimen de Nora Dalmasso.
La definición pareció un presagio del pedido que formalizará la familia de Nora para que se cotejen los ADN hallados por el FBI con los de los albañiles que trabajaban en la casa de la calle 5, en la Villa Golf.
Pese a que los patrones genéticos hallados en el cinto de la bata con el que ahorcaron a la víctima y en la zona genital de la mujer pertenecen al viudo Marcelo Macarrón, el abogado Diego Estévez intenta puntualizar en dos nuevos ADN encontrados en la sábana de abajo de la cama.
Las huellas genéticas no se repiten en ningún otro espacio de la escena del crimen y para los investigadores no tienen la relevancia que intenta adjudicarle Estévez.
¿Puede el fiscal Javier Di Santo solicitar la extracción de sangre a los albañiles sin imputarlos? La consulta en altas fuentes de la investigación señalan que el Artículo 80 del Código Penal ofrece «dos alternativas».
«La primera permite hacer un reconocimiento ó una extracción de sangre brindando las garantías al implicado, sin imputarlo. La otra promueve la acusación, aun en grado de sospecha leve, para garantizar el pleno derecho de defensa», señaló el informante.
La segunda opción fue la que se aplicó con el abogado Rafael Magnasco, quien fue finalmente desincriminado.
Aunque Estévez aún no formalizó el pedido, la semana pasada concurrió a la fiscalía de Di Santo acompañado por el hermano de Nora, Juan Dalmasso.
El funcionario judicial espera el planteo para determinar los pasos a seguir y, fundamentalmente, conocer si la familia suma algún elemento que permita dar veracidad a la conjetura.
En el dictamen que promovió el sobreseimiento de Zárate quedó confirmado que se investigó la hipótesis de un presunto «psicópata sexual» y la posible participación de un trabajador. La experiencia, liderada por investigadores que llegaron de Córdoba, derivó en meras especulaciones, testimonios cuestionados, falta de pruebas confiables y la imputación de Zárate. ¿Se sumará otro perejil?