Gastón Zárate responde con monosílabos la vorágine de llamados que le quitan batería a su celular. Desde que recibió el mensaje de texto de su abogado confirmando el sobreseimiento por el crimen de Nora Dalmasso se convirtió en el personaje más entrevistado del país. Sin embargo, no aparece consternado ó desbordado por la repercusión del caso, su vida y el desenlace. Cada vez que aparece en las cadenas de noticias nacional se observa con la mirada pícara y adolescente que la investigación en su contra no pudo borrar.
– ¿Cuantas veces imaginaste este momento?
– Muchas veces, pero nunca llegaba.
– ¿Cómo te enteraste de la decisión del fiscal Di Santo?
– Me mandó un mensaje mi abogado y después empecé a ver los noticieros para ver que decían…
– En cuestión de segundos volvió a aparecer tu rostro en todos los canales…
– Si y espero que esta vez sea para bien. Que se termine esto que me armó la Policía.
– ¿Seguís convencido de que hubo un armado intencional de tu acusación? ¿Buscaban un perejil y te tocó a vos?
– Me eligieron a mi porque no encontraban el asesino. Me tocó justo pero ojalá que no le toque a otra gente con Policía tan corrupta y con esta Justicia.
– ¿Cuánto tiempo estuviste trabajando en la casa de Nora Dalmasso? ¿Fue tu primer empleo?
– Un mes estuvo. Había hecho otras cosas de pintura, pero ese fue el primer trabajo estable.
– Cuando empezaste a trabajar tu señora estaba embarazada. Hoy tenés tres hijos, han cambiado muchas cosas en cuatro años…
– Si, todo ha sido muy duro pero hay que salir para adelante. Cambiaron muchas cosas, pasé mucha marginación, me costaba conseguir trabajo. A medida que pasaban los años la gente dudaba: «¿Por qué lo dejan imputado?»
– ¿Analizás la posibilidad de demandar a la Provincia?
– No lo he hablado con mi abogado, pero lo vamos a analizar.
– ¿Qué pensás hoy del fiscal Di Santo?
– No sé que pensar. Me dejó estos años así y creo que no va a descubrir nada, va a quedar impune… Al principio tenía bronca por lo que hizo, pero ahora lo perdono para vivir mejor. A toda esa gente yo la perdono.
– ¿Qué les dirías a los miles que armaron el perejilazo y pidieron por tu inocencia?
– A la gente siempre les agradecí. Si no hubiera sido por ellos todavía estaría preso.
– ¿Qué opinás de los dichos del abogado Estévez, quien volvió a apuntar contra los trabajadores de la casa de Nora en busca de un psicópata sexual?
– Eso esta mal. A los trabajadores en la casa de Macarrón los conozco a todos. Son buena gente, humildes, trabajadores y no serían capáz de hacer algo así. Si hay que apoyarlos voy a estar ahí.