Alan Schlenker, el ex jefe de la barra brava de River Plate, aseguró hoy en su indagatoria que fue vinculado al homicidio del hincha Gonzalo Acro por haber sido opositor a la gestión del entonces presidente millonario José María Aguilar.
El mayor de los hermanos Schlenker fue el primero en declarar en la segunda audiencia oral por el crimen de Acro y acusó a Adrián Rousseau, el jefe de la otra facción que se disputaba el poder de la barra brava, de haberlo «ensuciado publicamente».
Asesorado por su abogado Mariano Cúneo Libarona, Alan se sentó pasadas las 10 ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 15, Hugo Decaría, Héctor Grieben y Javier Anzuategui, y dijo que no iba a contestar preguntas sobre el homicidio de Acro.
Schlenker aseguró que quería declarar sobre su persona y explicó que «hace muchos años» que esperaba «el momento de ser escuchado».
El imputado señaló que mientras fue jefe de «Los Borrachos del Tablón», «en la tribuna se juntaba gente sana» y que «todos confluíamos en el mismo deseo de que la gente viera el espectáculo tranquila. Si nos peleábamos, respondíamos solo en defensa propia».
El hombre agregó que durante la gestión de Aguilar al frente de la institución de Núñez comenzó a «notar cosas raras», aunque no aclaró a qué se refería, y acusó al mismo ex presidente de haberlo vinculado a la causa por el Caso Acro.
«Por haber puesto una bandera en la (cancha de) Boca que decía `Aguilar Chorro`…Eso provocó un enojo muy grande a un grupo de gente y eso fue lo que me trajo aquí», dijo Alan frente a los jueces.
Y luego, acusó a Rousseau, el jefe del otro sector con el que se disputaba el poder en la barra millonaria.
«A mí me han ensuciado públicamente Adrián Rousseau y compañía, por orden del `aguilarismo`», aclaró Schlenker, quien está acusado junto a su hermano William y a Martín «Pluto» Lococo de ser los ideólogos del homicidio de Acro.
Alan declaró durante más de una hora ante los magistrados y hasta se quebró y dijo que le da «mucha impotencia, sobre todo cuando estuve dos años preso en (la cárcel de) Marcos Paz por esto».
Finalmente, el hombre explicó que «hay muchas personas que están siendo injustamente acusadas (por el homicidio) y se va a demostrar en este juicio» que no tienen nada que ver.
Además de los hermanos Schlenker y de Lococo, están siendo juzgados Pablo «Cucaracha» Girón, Ariel «Colo» Luna, Sergio «El Pelado» Piñeyro y Rubén «Oveja» Pintos.
Los siete barras están imputados del delito de «homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas» y de «tentativa de homicidio», ya que en el mismo episodio resultó herido de bala Osvaldo Matera.
En tanto, Luna está acusado también por el delito de «portación de un arma de uso civil», mientras que Girón será juzgado por «resistencia a la autoridad».
De los siete imputados, sólo Girón, Luna y Pintos llgan detenidos al debate oral.
El ataque a Acro ocurrió cerca de las 23 del 6 de agosto de 2007 en la esquina de Bauness y Cullen, en Villa Urquiza, cuando el hincha se retiraba de un gimnasio junto a su amigo Matera.
Acro y Matera fueron emboscados por varios jóvenes que bajaron de un Fiat Uno y les dispararon al menos cuatro balazos calibre 6,35 milímetros y huyeron.
El hincha «millonario» recibió dos balazos en la cabeza y uno en la pierna izquierda y murió el 9 de agosto en el hospital Pirovano, donde había sido internado.
Mientras que Matera recibió un tiro en el glúteo y permaneció internado unos días hasta que le dieron el alta.
Desde un principio, los investigadores sospecharon que se había tratado de un episodio más de la violenta interna de «Los Borrachos del Tablón».
Es que existían dos facciones que se disputaban el poder de la barra brava, una de ellas la que lideraban los hermanos Schlenker y otra que estaba en poder de Adrián Rousseau, la cual era integrada por Acro.
La relación entre los hermanos Schlenker y Rousseau se había deteriorado tras la vuelta de la barra brava del Mundial de fútbol disputado en Alemania en 2006.