La Sociedad Rural de Río Cuarto expresó su beneplácito
por la eliminación de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA), que en la práctica funcionaba como una herramienta para limitar la producción agropecuaria y para utilizar fondos públicos con destino incierto. Prueba de ello son las numerosas causas judiciales iniciadas por la malversación de los subsidios o compensaciones que deberían haber sido entregadas a productores o empresas vinculadas con la producción agropecuaria.
“La ONCCA fue una abierta fuente de corrupción sustentada en la política antiagropecuaria de los Kirchner”, dijo al respecto el presidente de la Rural, Cdor. Julio Echenique, quien al mismo tiempo advirtió que su eliminación bien puede tratarse de otra maniobra de distracción para ganar tiempo –y votos- en un año electoral, como las que acostumbra a poner en marcha el Gobierno cuando la presión del campo lo apremia. Máxime en momentos como éste, cuando no encuentra solución a problemas candentes como las quitas de precios que sufren los productores a raíz de la negativa intervención de los mercados del trigo y del maíz.
Para Echenique, llama la atención la celeridad con que actuó la Presidenta de la Nación, sorprendiendo a propios y extraños con el decreto aparecido hoy en el Boletín Oficial. Y señaló la subsistencia de dos graves problemas: la probable desaparición de elementos probatorios de los aptos de corrupción cometidos en la ONCCA –Ricardo Echegaray, su ex presidente, enfrenta una causa por este motivo- y la anunciada creación de un ente dependiente del Ministerio de Economía y que, según se anunciara también hoy, tendrá las mismas funciones que la ONCCA.
“¿Para qué cambiar el nombre de las cosas si los efectos indeseables de la existencia de la ONCCA seguirán produciéndose, ahora a cargo de otro organismo?”, se preguntó el presidente de la Rural. Y no encontró otro justificativo que la necesidad del kirchnerismo de lograr una distensión en sus relaciones con las entidades del campo y, de paso, mejorar la pésima imagen de su gestión de gobierno ante los productores agropecuarios.
Lamentó también Echenique el tiempo y el trabajo de los diputados nacionales, sobre todo de los denominados “agrodiputados”, que el año pasado impulsaron varios proyectos para transformar a una ONCCA corrupta en un organismo que realmente cumpliera con los objetivos de contralor para los que fuera creado. Los legisladores del Frente para la Victoria frenaron permanentemente su tratamiento y la Presidenta, se demuestra ahora, ni siquiera los leyó.
OFICINA DE PRENSA
SOCIEDAD RURAL DE RÍO CUARTO