Ocurrió en la zona rural al sur de Mackenna. Un joven de 14 años se encontraba junto a un amigo. Habían viajado juntos al campo para cazar. El desafortunado hecho se produjo cuando uno de ellos sostenía una carabina calibre 22, con la culata en el piso y el caño sobre su pecho. El menor creía que el cargador había sido vaciado por completo. Pero una bala que se hallaba alojada en la recámara, salió y le produo una herida en el pecho. Rápidamente, el joven fue trasladado de inmediato al hospital de Mackenna.
El médico policial que los asisitió estableció que el adolescente se encontraba fuera de peligro. El proyectil quedó alojado a la altura del hombro derecho. En su recorrido, la bala dio contra una de las costillas y se desvió hacia el brazo, sin alcanzar ninguno de los órganos internos.