El piloto Marcos Patronelli, último ganador del Rally Dakar 2010 en cuatriciclos, anunció anoche que el sábado estará largando la competencia, aunque admitió que está en un 80 por ciento de su nivel, tras sufrir la fractura de los dos peronés y de la clavícula hace un mes, cuando se accidentó en un entrenamiento.
“Mi plan cambió completamente, voy a hacer una carrera tranquilo. Ahora el que tiene que acelerar es mi hermano Alejandro”, aseguró el único argentino que ganó un Dakar.
El menor de los hermanos Patronelli contó que está caminando hace apenas cuatro días y que casi al mismo tiempo de comenzar a andar se subió a su Yamaha Raptor 700.
“El viernes anduve 170 kilómetros y me sentí bárbaro. Cada día que pasa me siento mejor”, recalcó el piloto de Las Flores, quien llegó ayer a una conferencia de prensa que brindó en un local de Puerto Madero, caminando y sin mostrar ninguna molestia.
Marcos dejó en claro que recibió el alta de parte de los médicos que lo atendieron aunque enfatizó que ellos “no tienen la responsabilidad de que yo me suba al cuatriciclo. La decisión es absolutamente mía», remarcó.
Patronelli recordó con angustia aquel 29 de noviembre pasado en el que sufrió el accidente, mientras entrenaba en General Alvear y dijo que fue un “palazo” en el que pensó que “casi no la contaba”.
“Fue horrible –evocó-, un palo muy fuerte. Iba a 140 kilómetros por el asfalto cuando de repente perdí la rueda y automáticamente me tiré a la banquina”.
Marcos relató que tiró el cuerpo hacia el costado y de pronto ya estaba tumbado en la tierra: “Primero me fijé si podía mover las piernas y cuando comprobé que las movía me tranquilicé y me arrastré como pude hasta el asfalto a esperar que vinieran a buscarme”.
El piloto reveló que inmediatamente después del accidente, mientras estaba tirado y solo, y hasta 10 días después, pensó en dejar de correr y en no volver a subirse nunca más a un cuatriciclo.
“Estuve 10 días trastornado, fue un palo muy grande y no quería volver a subirme más. Me preguntaba con qué necesidad lo hacía. Pero con el tiempo me calmé. Nací para correr”, confesó.
Respecto a las causas de que el cuatriciclo perdiera la rueda, Marcos reconoció que el problema fue una pieza que se desprendió por el desgaste y por las modificaciones en el motor que lo hicieron mucho más potente que el de la edición anterior.
“A veces estas cosas pueden pasar y eso que durate el Dakar pasado creímos que un sabotaje se debió a este problema, cosa que descubrimos después del accidente», expresó.
A un mes de aquella tarde, Marcos ahora sólo piensa en correr el Dakar 2011 y está convencido de que puede terminar el raid.
“Cada día me siento mejor. Tengo más ganas que nunca de correr. Será porque es muy duro sentirte afuera”, declaró