“El sur provincial estaba muy abandonado, pero hoy en el pueblo tenemos los servicios básicos y desocupación cero”, afirmó Ana Zanotto, intendenta de Del Campillo, la localidad enclavada en una zona de fuerte producción agrícola ganadera. Ubicado 185 kilómetros de Río Cuarto, el pueblo cuenta con casi 6 mil habitantes.
En la entrevista en vivo en Telediario Primera Edición, Zanotto manifestó que “estamos creciendo y buscamos generar condiciones para que la gente elija a la localidad, porque eso implica desarrollo y trabajo”
“Intentamos generar una microeconomía, un espiral virtuoso donde nadie quede afuera. Hoy no tenemos gente desocupada en Del Campillo, aunque puede haber trabajo precario. Con el campo y la obra pública lo pudimos hacer. Lo importante es trabajar junto al sector privado, con un municipio que dinamice y genere propuestas”, destacó.
Zanotto precisó que “en el pueblo se están haciendo más de 45 cuadras de cordón cuneta, 35 de adoquines y hemos hecho la obra de gas”
“Nosotros en el sur provincial estábamos totalmente abandonados y esto socava la autoestima de cada pueblo. Uno piensa a creer como comunidad que no puede y que el progreso está en otro lugar. Pero pudimos convencernos de que somos gente trabajadora y podemos. Hoy tenemos 65 mil metros de gas, fibra óptica y la totalidad de los vecinos con agua potable”, señaló.
La mandataria precisó que el municipio busca implementar “el nuevo paradigma de la economía circular, se logró el saneamiento del basural a cielo abierto, comprar una prensa y generar trabajo para quienes realizan la separación y venta”
Zanotto reclamó, además, por la pavimentación de la ruta nacional 35, en el tramo entre Del Campillo y Huinca Renancó.
“Desesperación absoluta”
En medio de la pandemia, Zanotto fue una de las intendentas que decidió que el pueblo volviera a fase tres debido a los incumplimientos de los vecinos y vecinas. “Fue muy difícil porque nadie sabía cómo enfrentar al virus, no sabíamos nada. Fue un momento de desesperación absoluta. Actué con instinto maternal de cuidar a todos, por mi alta responsabilidad. Visto a la distancia he tomado decisiones muy locas, pero necesarias”, recordó.
Y añadió: “Quería que estuvieran vivos todos. La noche que llegó la primera vacuna pudo volver a dormir tranquila. Habíamos esperado mucho, no llegaban al sur, pero finalmente comenzó el plan que nos cambió la vida, la manera de pensar y las prioridades”.
“Yo no vengo del mundo de la política. Vengo de una familia que trabajaba en el campo y tuve la posibilidad con el esfuerzo de mis padres de ir a estudiar. Me recibí en Neuquén de contadora, trabajé allí pero un día decidí volver porque extrañaba”, expresó.
Zanotto dijo que al regresar vio a Del Campillo “muy abandonado” y agregó: “Me presenté en el 2015 y perdí, pero me dieron la oportunidad en el 2019. Tengo la posibilidad de buscar una reelección, pero no estoy de acuerdo con las reelecciones indefinidas. Ocho años es un buen tiempo y se necesita una rotación”
“Mi vida es para la municipalidad. Al principio fue difícil porque ganamos por poca diferencia. Trabajo 18 horas por día y no tengo otra vida”, resaltó.
Dialogamos con Ana Zanotto – Intendenta de Del Campillo