La suspensión de clases debido a las medidas de aislamiento preventivo y obligatorio repercutió también en las familias cuya fuente de ingreso radica en el transporte escolar. Notifican que, al menos, 70 familias dependen de la actividad en nuestra ciudad y no tienen otra fuente laboral en sus hogares. «Necesitamos que el señor intendente se ponga la mano en el corazón, necesitamos que nos de un apoyo, la provincia nos dejó de lado y dijo que no hay dinero para transportes escolares» expresa una de las transportistas que desde hace meses reclaman un aporte para el sector.