Hasta la fecha, nos encontramos experimentando una multiplicidad de modificaciones en nuestra vida cotidiana a causa de evitar las consecuencias fatales del nuevo coronavirus Covid – 19. Uno de los cambios más presentes ha sido el avance de la digitalización en diferentes aspectos cotidianos de nuestra vida, que inevitablemente pone en cuestionamiento aspectos vinculados con las relaciones personales, la comunicación, el trabajo y la educación.
“Han cambiado las relaciones entre las personas, antes de este tiempo hablábamos de la comunicación que se venía, y de golpe se hizo una realidad más presente y de la noche a la mañana, con algunas herramientas que respondieron bien, pero también con otras que mostraron sus deficiencias,”expresa Marcelo Arbillaga, periodista de LV16 Río Cuarto.
Es una realidad que el acceso a la tecnología y las conexiones virtuales no ha sido una posibilidad equitativa para todos, un estudio realizado por profesionales del Centro de Estudios y Formación en Política Educativa (CEFOPED), señalan que, al mes de abril, existían unos 826 millones de estudiantes en el mundo que no tenían acceso a un ordenador en sus hogares, y unos 706 millones de alumnos que, además, tampoco disponían de internet en sus casas.
Por lo que abordar la problemática de la educación es de vital importancia en un contexto, en donde aplicaciones virtuales, muchas de ellas diseñadas fuera de nuestro país, hoy se encuentran en gran parte, a cargo de los canales para la transmisión de enseñanza. “El docente se presenta como facilitador más que un formador. Emite el contenido sólo una vez y su reproducción, de forma constante y por un período bastante indefinido, se encuentra disponible en la red”,expresan desde CEFOPED y continúan, «es urgente redefinir la tarea docente frente a las plataformas y apps educativas, es preciso pensar y tener capacidad de respuestas colectivas y conectadas, propuestas que contengan la realidad virtual y la realidad territorial local organizada”.
En este sentido, vislumbra además, el debate sobre la efectividad de enseñar a través de la virtualidad, respecto a esto, Agustín Hurtado, Comunicador y docente de la Universidad Nacional de Río Cuarto nos plateaba: “es difícil conectar con los estudiantes a través de estas plataformas, hay algo que se genera en el aula que tiene que ver con el teatro, es algo que se crea en el ambiente, que no se transmite a través de las plataformas digitales y que dificulta el debate”y continúa,“nos encontramos en un momento de resignificación de la comunicación en base a la tecnología que será necesario estudiar, hay todo un campo de la población que necesariamente tendrá que alfabetizarse tecnológicamente”.
Algo certero en este contexto protagonizado por las transformaciones es que nos encontramos frente a un horizonte que presenta más interrogantes que respuestas, pero que nítidamente muestra la necesidad de abordar de forma integral estos cambios que definirán en un futuro cercano, no solo las relaciones personales, sino las pautas que delinearán los métodos educativos, la accesibilidad, los contratos laborales y el valor del trabajo humano en una vida digitalizada.