El COE elaboró un protocolo de cuidados y recomendaciones para la prevención y el manejo de casos sospechosos y confirmados de coronavirus en las residencias geriátricas y también en las viviendas particulares.
Entre las recomendaciones generales para residencias, el protocolo determina restringir el acceso a personas ajenas a la residencia, evitar -siempre que sea posible- el contacto físico y respetar la distancia entre las personas, establecer un único acceso a la residencia, con una zona de control (donde se haga medición de temperatura, toma de declaración jurada y cambio de ropa y calzado), mantener los ambientes ventilados, reforzar la limpieza y desinfección y procurar los espacios entre camas en las habitaciones compartidas.
En cuanto al ingreso de nuevos residentes, se recomienda evaluar caso por caso, y postergarlo siempre que sea posible.
Para el personal de las residencias, deben utilizar los elementos de protección personal (EPP) de acuerdo a las recomendaciones de bioseguridad dispuestas para las distintas áreas operativas del Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba. Asimismo, deben cumplir en forma estricta con el lavado frecuente de manos y completar los pasos mencionados previamente al ingreso a la residencia. También es su responsabilidad no concurrir al trabajo si presentan sintomatología compatible con COVID-19, y reportarlo a la dirección médica del establecimiento.
Pasos a seguir ante casos sospechosos
Ante un caso sospechoso de una persona que resida en un geriátrico, debe ser aislada en el mimo centro, en un área dispuesta para tal fin. Allí, será valorada por personal médico y se deberá dar aviso al 0800 1221 444, para recibir asesoramiento. Si por el cuadro clínico del paciente, fuera necesario su traslado a un centro de salud, se realizará con un móvil con los cuidados apropiados.En caso de contar con obra social, el financiador deberá proveer de la asistencia correspondiente.
El aislamiento en el centro incluye la aplicación de medidas de bioseguridad para el personal, el uso de un baño exclusivo para esa persona, uso de toallas descartables, cambio de sábanas diario, cestos de basura diferenciados como patógenos, entre otros cuidados. Además, se debe monitorear al personal que haya estado en contacto cercano con la persona.
Si el caso se confirma, pero la persona no requiere hospitalización externa, se continuará proveyendo los cuidados necesarios dentro de la residencia y aislada del resto de los residentes; sosteniendo todas las medidas de prevención correspondientes. Se monitoreará también al resto de las personas mayores residentes que hayan tenido contacto con el caso confirmado.
Unidad de Aplicación del Protocolo
El documento crea además una Unidad de Aplicación del protocolo, conformada por la Secretaría de Adultos Mayores del Ministerio de Desarrollo Social, la Secretaría de Asuntos Municipales del Ministerio de Gobierno, el Ministerio de Promoción del Empleo y de la Economía Familiar (a cargo de los espacios alternativos de alojamiento), la Dirección General de Asuntos Legales del Ministerio de Salud y RUGEPRESA (Registro de Unidades de Gestión de Prestaciones de Salud).
Esta unidad coordinará la asistencia para las personas mayores, especialmente para aquellas que residan en geriátricos, con tres herramientas principales: la telemedicina, las Brigadas de Atención Rápida (BAR) y los sistemas de traslado de pacientes (público y privados).
Las BAR serán las herramientas del COE para conocer de primera mano el estado clínico de cualquier residente afectado, que podrá constatar si se cumplen las condiciones de aislamiento dentro de la residencia, cumplir con el hisopado correspondiente y gestionar su traslado a un centro de internación temporal hasta conocer el resultado del estudio o a un centro de salud, si fuera necesario; siempre coordinando con las obras sociales y/o con el sistema público de salud, según corresponda.
A partir de ese momento, el área de Epidemiología del Ministerio de Salud y el COE dispondrán de la estrategia de testeo e investigación epidemiológica adecuada en cada caso.
Recomendaciones para adultos mayores que residan en casas particulares
La persona mayor que resida en viviendas particulares debe permanecer en el domicilio, con apoyo familiar o de su entorno cercano para la provisión de cuidado.
Se recomienda contar con los números de teléfono y direcciones a mano, tanto de familiares y personas cercanas, médico tratante, institución donde la persona es habitualmente atendida, y del servicio de atención domiciliaria si posee.
Es importante limitar las visitas presenciales de personas no convivientes y fomentar los contactos virtuales.
También se debe disponer de la medicación que tome habitualmente según prescripción médica. Farmacias y prestadores deben facilitar la logística para que las personas no se vean obligadas a trasladarse a buscar los medicamentos.
Las personas adultas deben permanecer en espacios libres de humo, bien ventilados y mantener las rutinas de autocuidado (aseo personal, sueño, alimentación).
Los cuidadores de personas con dependencia funcional deben extremar las medidas de higiene, desinfección y lavado de manos. Si un cuidador o cuidadora presenta síntomas, debe ser aislada, tratada y relevada por otra persona.
Es importante trasmitir serenidad a las personas mayores, sosteniendo el buen trato, brindando información suficiente y promoviendo el diálogo.
Es positivo facilitar mecanismos de orientación (calendarios y relojes), promover la actividad física y las actividades recreativas que sean posibles dentro de la vivienda y evitar la inmovilidad por períodos prolongados.
Si una persona mayor que reside en una vivienda familiar tiene síntomas o si se confirma su diagnóstico de COVID-19, no se debe automedicar y se debe aislar a esa persona en una habitación individual bien ventilada,reforzando las medidas de higiene personal y de desinfección de superficies. Contactar al 0800 1221 444 o al servicio de atención domiciliaria con que cuente la persona.
Si se indica que el adulto mayor permanezca en el domicilio, debe ser atendida por una persona que goce de buena salud y esté libre de síntomas, sostenerel lavado de manos frecuente y no compartir sábanas, toallas, platos, vasos o cubiertos con otras personas.
La persona afectada debe utilizar barbijo, que -al igual que los pañuelos, guantes y otros desechos que se utilicen en su atención- deben colocarse en un recipiente con tapa en la habitación, y luego eliminarse en bolsa cerrada.