Jugar con el diario del lunes es la apuesta del Estado en la argentina. Las imágenes de muertos olvidados en hogares de ancianos en Italia, abandonados en las calles en Ecuador o apilados en camiones frigoríficos en los Estados Unidos aparece como una advertencia aterradora. Reducir la curva de contagios y ganar tiempo para mejorar las condiciones sanitarias fueron la clave de la cuarentena que se extenderá hasta semana santa. Las voces de funcionarios y especialistas que asesoran al Gobierno Nacional advierten que no habrá una salida total del aislamiento social obligatorio. No solo han sido tiempos difíciles, serán también meses largos.
En diálogo con el programa Póster Central de FM Gospel, el intendente Juan Manuel Llamosas revalorizó “la dimensión que asumió el Estado para llegar a todos y ordenar”. El mandatario afirmó que “habrá un antes y después en la economía”, pero es imposible imaginar cómo será realmente lo que viene.
“Tenemos la foto de lo que ha ocurrido en estos lugares, pero será muy difícil. Nos hemos preparado mejor”, confió el intendente.
La cuarentena fue una oportunidad para la salud, pero ahora se inicia el complejo equilibrio con la economía. Para asistir la pandemia se necesita cuidar y aislar a la población, pero sin recursos será difícil sostener un esquema asistencial que incluya a todos.
La Provincia advirtió sobre una caída del 26 por ciento de la recaudación y anunció una rebaja del 30 por ciento “en los salarios más altos”, aunque no hay precisiones sobre cómo se instrumentará. Llamosas decidió convocar a la oposición y anunció que habrá “una rebaja del 30 por ciento en los haberes de funcionarios, concejales y coordinadores”. En realidad, desistieron de cobrar el incremento del 20 por ciento para los empleados municipales y reducir un 10 por ciento sus ingresos actuales.
“La política tiene que dar gestos en esta situación, pero no hay que vaciar las herramientas del Estado. Necesitamos de un Estado fuerte. No hay margen para las especulaciones políticas y la sociedad, cuando pase esto, sabrá diferenciarlo”, afirmó el intendente tras los cacerolazos armados desde una oficina del Pro.
El Gobierno nacional decidió reforzar la ayuda a las provincias y destinar miles de millones de pesos a jubilaciones, asignaciones familiares y planes del empleo. Es un paliativo que permite mitigar la parálisis total del país durante algunas semanas. Después, se deberá enfrentar el preocupante desafío del tiempo.
“El país necesita y debe hacer la cuarentena, pero cuando pasan las semanas la posibilidad de mantener este estado de paralización es imposible. Deben existir una apertura paulatina de las fuerzas productivas. El país lo necesita para reconstruir fuentes de ingresos de los trabajadores. Ni las provincias ni los municipios van a poder sostener el nivel de asistencia y el pago de salarios sin ingresos”, argumentó Llamosas.
El intendente admitió que “no se puede salir abruptamente” aunque resaltó que “si se prolonga mucho más tiempo la cuarentena, muchísimas familias no van a poder recibir la asistencia”
La creación de un comité social no solo apuntó a articular mejor la ayuda a organizaciones y vecinos que no pueden garantizar la comida de todos los días, sino consolidar una red solidaria que deberá incluir a los privados. “No necesitamos batas y barbijos de a miles, vamos a necesitar alimentos si esto se prolonga”, anticipó Llamosas.
Una única salud
Llamosas señaló en la entrevista a Póster Central que “entender una única salud, entre lo público y lo privado, nos hará más eficientes”
El objetivo es universalizar el derecho a la asistencia frente al Coronavirus y contener a los sectores más vulnerables. Se trata de barrios en los que conviven miles de familias hacinadas, con carencias alimenticias y en viviendas sin servicios básicos.
“Hemos dispuesto de hospitales de aislamiento para personas con síntomas leves que no pueden pasar esa cuarentena en sus casas. Hemos seleccionado hoteles, la residencia de la Universidad y otros espacios que ya están previstos”, señaló.