«Anonymous for the voiceless» es una organización que nació en abril de 2016 en Melbourne, Australia, y en la actualidad ya se encuentra en más de mil ciudades del mundo para llevar a cabo acciones del «Cubo de la Verdad». Las mismas consisten en mostrar el detrás de escena de la industria y de explotación animal.
En la tarde del sábado, un grupo de activistas veganos se reunieron en Plaza Olmos con el objetivo de «generar conversaciones, mostrar lo que no se nos muestra, e invitar a la gente a cuestionarse por qué estamos pagando, si es necesario y si se justifica».
«El veganismo es, básicamente, el rechazo a la explotación animal. Generalmente se confunde con una forma de alimentación, que no lo es, o con una dieta, que tampoco es. Se trata de una filosofía, una postura ética que, lo más interesante, la mayoría de las personas ya la tienen. Por ejemplo, cuando ven las imágenes de cómo se produce lo que estamos pagando, el maltrato a una vaca, cómo matan a un cerdo, a una gallina, generalmente todos están indignados con la explotación animal y lo que sucede es que no asociamos el animal con lo que está en el plato», comentó el activista Damián Bendersky.
Y agregó: «No es que el vegano tiene una filosofía distinta sino que culturalmente se nos ha impuesto algo que no vemos. Es importante informar que no es necesario consumir animales».
Por su parte, su compañera Natalia Andruvetto dijo que ellos no vienen «con la postura de imponer algo o juzgar a la gente» sino lo que hacen es «brindar información y tratar de que se conecte lo que muchos creen moralmente correcto con lo que se hace».
Los activistas se mostraron sorprendidos por el número de participantes y adelantaron que a partir de ahora comenzarán a realizar más intervenciones en Río Cuarto.
