Por su parte, Monseñor Adolfo Uriona señaló que «los políticos tendrían que ver las filas que se hacen en San Cayetano y pensar menos en denigrar al otro en esta competencia electoral». Además, pidió que busquen juntos y sepan dialogar porque «gane quien gane, yo no sé si va a poder gobernar solo en esta situación de la Argentina».
En su homilía, el Obispo solicitó no pedir trabajo como si fuera un milagro. «El trabajo no es un milagro, es un derecho, algo que nos corresponde y que todos merecemos», comentó. Y agregó: «La gente viene a decirle a San Cayetano: ‘Por favor, ayudame para que mi familia pueda tener ese pan que necesitamos de una manera digna a través del tarbajo’. Y me llama la atención que venga mucha gente mayor a pedir porque se ve que no le alcanza».