Pasado el mediodía de este miércoles, la Cámara Nacional Electoral recibió el software que la empresa Smartmatic utilizará para el procesamiento y la transmisión de los datos del escrutinio provisorio. Sin embargo, insiste en que el Gobierno le entregue también una copia a los partidos políticos para que puedan auditarlo.
El sistema se usará en cuatro días para el recuento provisorio de los votos en las Primarias Abiertas y Obligatorias (PASO) y está bajo la lupa de la oposición, que sostiene que es vulnerable y puede ser manipulado.
Cabe decir que la Cámara había ordenado que el software pudiera ser auditado con al menos 30 días de anticipación, pero faltando cuatro días todavía no llegó a manos de los partidos.
Los apoderados de los partidos junto a los fiscales informáticos se reunieron este miércoles con autoridades de la Dirección Electoral y el Correo Argentino. Las autoridades les mostraron cómo era el software pero no se lo entregaron.
Por su parte, el Gobierno remarcó que la votación del domingo «va a ser la más transparente de la historia» y cargó contra la oposición que rechaza el nuevo sistema de transmisión digital de telegramas, al señalar que busca «enturbiar el proceso, pero con cero rigor técnico».
El oficialismo se pronunció en una conferencia de prensa en la sede del Correo del barrio porteño de Constitución, donde los secretarios de Modernización, Andrés Ibarra, y de Asuntos Políticos e Institucionales, Adrián Pérez, explicaron ante la prensa el nuevo sistema de escrutinio provisorio y defendieron la idoneidad de la empresa Smartmatic, que por primera vez en el país se encargará de llevar adelante el proceso.
«Los telegramas se traían físicamente de las escuelas al correo. La Justicia nos pidió que éste proceso sea lo más ágil posible y de acuerdo al pedido de la Justicia, se diseñó este proceso de trasmisión directamente desde las escuelas», remarcó Ibarra.
Al respecto, el funcionario dijo que tanto el software del nuevo sistema de transmisión de telegramas digitalizados, como el software de la carga de esos telegramas «han sido evaluados, encriptados y asegurados desde el punto de vista informático y prevé una transparencia total».