La Cámara Primera del Crimen condenó a 3 años y medio de prisión al sindicalista de Surrbac Jorge ‘Coco’ Mercado, quien seguirá en libertad hasta que la condena quede firme.
Mercado estaba imputado de homicidio culposo agravado por conducción negligente de vehículo en el accidente fatal ocurrido en 2011, en ruta 8.
Antes de la lectura del veredicto, el sindicalista pidió perdón llorando a las victimas y dijo que su familia «también sufre».
El fiscal Julio Rivero había solicitado 3 años y medio de prisión efectiva para Mercado. En su alegato, Rivero recordó que los testimonios del médico policial que llegó al hecho y del efectivo que detuvo a Mercado coincidían en señalar que presentaba halitosis alcohólica y parecía tener la conducta de una persona ebria. Sin embargo, el análisis de sangre reveló que no habían rastros de alcohol ni estupefacientes.
Ante esto, el ex juez penal, el doctor Oscar Testa, manifestó que «existe la sospecha sobre el análisis de sangre por esa gran contradicción entre lo que se decía y lo que resultó». Y agregó: «La gente que dio su versión respecto a que Mercado estaba bajo una sustancia tóxica son personas que pertenecen a la policía o son médicos, es decir, se trata de gente sumamente capacitada como para tener la seguridad que lo que dicen es de esa manera».
El fiscal de Instrucción Javier Di Santo inició una investigación sobre la presunta manipulación de las muestras, pero nunca prosperó. 8 años después Mercado enfrentó el banquillo de los acusados en medio de la contradicción entre los testimonios de testigos clave y el resultado pericial que lo beneficia.
Condicional
El doctor Jorge Sánchez del Bianco precisó que solicitó una condena de ejecución condicional y la inconstitucionalidad de la pena de inhabilitación para conducir durante 6 años, requerida por el fiscal Rivero.
El hecho
El día del hecho, Mercado conducía la pickup Ford Ranger de Gamsur que impactó contra un furgón Fiat Iveco, lo que provocó la muerte de una personas y heridas graves en otras dos.
Junto al sindicalista Claudio Altamirano, quien lo acompañaba en la camioneta, Mercado regresaba por ruta 8 del baile de Sabroso en Sampacho. En el accidente falleció el acompañante de la combi, Pedro Fredes. Además, resultaron con heridas de consideración Altamirano y el conductor del otro rodado, Héctor Manzano.
Cambio de ley
La doctora Viviana Yawny, ex titular de Estrellas Amarillas Río Cuarto, sostuvo en diálogo con Póster Central que «tras 12 años de lucha de las madres del dolor se logró generar una ley 27647 que modificó la normativa sobre los accidentes fatales»
«Antes, si ibas alcoholizado al mando de un vehículo era un atenuante, hoy es un agravante. Hoy existe una pena de hasta 10 años para los responsables de homicidio en accidentes de tránsito. No se trata solo si el conductor consumió alcohol, sino también si conduce en forma negligente», enfatizó.
Para Yawny, «un accidente se produce a pesar de tomar las prevenciones para conducir, un siniestro es cuando no se tomaron las prevenciones».
«Un accidente no depende de mi accionar culposo ó doloso. Pero si conduzco rápido ó consumí alcohol debo prever lo que puedo generar», subrayó.
En libertad
Mercado esperó el juicio en libertad luego de que la Cámara del Crimen resolviera que “resulta más que evidente que no puede extraerse ningún indicio que demuestre que el imputado constituiría un riesgo concreto para el proceso”
“Todo lo contrario. No registra antecedentes penales computables, tiene domicilio fijo donde vive con su familia y es persona de trabajo. No existen indicios de que el prevenido tratará de eludir la acción de la justicia ni entorpecer las investigaciones”, sostuvo el fallo.
Añadió que “no puede dejar de tenerse presente, que en este caso a Mercado sólo se le atribuyen sucesos delictivos con consecuencias fatales y lesivas no queridas”
“En atención al mínimo de pena aplicable en su caso (2 años de prisión), en el caso de que sea hallado culpable, permite inferir la imposición de una condena relativamente leve”, precisaron los jueces de la Cámara.
Sobre la conducta que asumió el imputado tras el accidente y que fue descripta por los policías que lo detuvieron, consideraron que “aparecen como datos insuficientes” para probar “existencia de peligro procesal concreto”.
Negativo
El informe sobre el dosaje de sangre a Mercado y Claudio Altamirano dio un vuelco en la causa al indicar que el conductor “no tenía alcohol en sangre ni otra sustancia tóxica”, aunque reveló un alto grado de alcoholismo en Altamirano, quien viajaba como acompañante.
El resultado contradice lo señalado por los médicos que asistieron a Mercado, quienes aseguraron que presentaba una clara “intoxicación por halitósis alcohólica”.
Incluso, los efectivos policiales que detuvieron al conductor sostuvieron que “tenía los ojos enrojecidos” y se mostraba agresivo.
El juez de Control Daniel Muñóz sostuvo en su resolución para mantener la prisión de Mercado que “surge con claridad el estado de ebriedad” en el que estaba Mercado.
El magistrado, en coincidencia con lo planteado por el fiscal Di Santo, aseveró que Mercado “padeciendo los efectos de una intoxicación alcohólica, al zigzaguear sobre la ruta con evidente pérdida del dominio de la Ford Ranger que conducía, se cruzó hacia la banquina contraria y al pretender retomar la carpeta asfáltica embistió de frente a la Fiat Ivecco, vehículo que ante la maniobra imprevista, intentó evitar la colisión sin éxito dirigiéndose hacia la mano contraria donde se aproximaba a alta velocidad” la camioneta de Gamsur.
“De un lado a otro”
Héctor Manzano, sobreviviente de la tragedia, hizo un detallado relato ante el fiscal de la forma zigzagueante en la que se acercaba la unidad y el impacto que no pudo evitar sobre la ruta 8, camino a Sampacho. En la tragedia murió su compañero de viajes, Pedro Fredes.
“Veía una luz que iba de un lado para el otro y aunque le hice señas, no pude evitar el choque”, destacó el conductor de la combi en diálogo con Telediario. Dijo que todo el tiempo estuvo lúcido y pudo observar el arribo de la camioneta que llegaba en sentido contrario.
“Ese día me levanté a las 5 de la mañana, tomé unos mates, después cargué gasoil y me fui por ruta 8. Pasé la caminera de Holmberg y cuando superamos el Cementerio empezó todo. Veía luces raras, se movía, no estaba quieto el vehículo”, recordó.
Añadió que tomaba referencia del zig zag de la camioneta por el resto de los rodados que iban detrás, en una misma línea sobre la carpeta asfáltica.
“Le hice señas de luces pero no había caso. Más cerca, mi compañero me dice: mirá este hijo de puta lo que hace. Levanté el pie del acelerador, hice de nuevo señas de luces pero ya lo tenía a 50 metros. Noté la luz distinta, se balanceaba y pisaba la banquina mía. Pegué el volantazo para esquivarlo y la camioneta lo hizo al revés. Se vino derecho al lado del acompañante y no tuve más escapatoria”, sostuvo.
Afirmó que la combi se trasladó varios metros por el impacto y una lluvia de vidrios le caía sobre el rostro. “La camioneta venía fuerte. No puedo dar una precisión pero venía 130 ó 140 kilómetros por hora”; indicó el transportista.
Manzano ratificó el testimonio del remisero y las pasajeros que se conducían hacia Holmberg, constituidos en testigos claves del accidente. Fueron los primeros en señalar que debieron tirarse a la banquina para no ser colisionados por la Ranger y dieron aviso a la Policía sobre lo que iba a ocurrir.
“Se acercó un hombre canoso y le dije que no podía respirar. Me apretaba el cinturón de seguridad y el panel. Una de las mujeres que estaba con él me quiso ayudar pero se quemaba las manos con los cables”, precisó.
No lo pudo ver a Mercado, aunque logró observar a Claudio Altamirano, acompañante de la pickup, quien se encontraba gravemente herido en el suelo y era asistido por personal de emergencias.
Pedro Fredes, quien viajaba con Manzano en la combi, falleció en forma instantánea. Eran amigos de toda la vida y se había convertido en compañeros de viaje para el traslado de mercaderías desde Río Cuarto a San Luis.
“Podría haber sido la tragedia para cualquiera. Si la camioneta chocaba contra un auto, con una familia, el desastre hubiera sido mayor”, se lamentó.
Esta mañana habló durante una hora en Tribunales y “no daba más”. El dolor en la cadera y las piernas resultaron “insoportable”.
Profundamente emocionado dijo que “confía en la Justicia” pero pide “volver a trabajar”. Los costos de recuperación significaron un estrago económico familiar y necesita recuperar sus ingresos mensuales. “Perdí todo lo que tenía y necesito sustentar a mi familia, no puedo más”,