Otra vez las fiestas con chicas muy jóvenes en las residencias privadas de Silvio Berlusconi volvieron a la tapa de los diarios. Se debe al caso de Ruby, una menor marroquí que afirmó haber estado en tres ocasiones en la casa del premier italiano en Arcore, en las afueras de Milán, y tuvo protección meses después cuando fue investigada por una denuncia de robo.
En mayo pasado, Ruby R. -hija de marroquíes, nacida en Sicilia y de 17 años- fue detenida por la policía en Milán, luego de que una joven local la denunció, afirmando que le había robado unos tres mil euros y algunas joyas en su casa, donde había dormido algunos días antes.
Cuando los agentes la estaban interrogando llegó una llamada telefónica de la presidencia del gobierno, en Roma, a través de la cual se ordenó la liberación inmediata de la joven, aludiendo que podría ser la sobrina del presidente egipcio Hosni Mubarak y se informó que alguien pasará a buscarla a la central de policía.
Se trataba, según contó Ruby, de Nicole Minetti, una colaboradora de Berlusconi que después fue electa en las listas de su partido al consejo regional de Lombardía. Según la joven marroquí, Minetti la pasó a buscar a las tres de la mañana y llamó por teléfono a Berlusconi, quien habló personalmente con Ruby para tranquilizarla.