A casi seis años de que su hija Soledad Correa falleciera tras una colisión en un puesto de la Policía Caminera, Mercedes Murúa, madre de la víctima volvió al lugar del accidente para dejar en claro que «pongan la cifra que pongan, esta vieja jamás va a renunciar al juicio». «Y se opongan las veces que se opongan, jamás voy a renunciar. Quiero saber quién fue el responsable en la muerte de mi hija», manifestó en diálogo con Telediario.
«Es insólito, es inédito que en un control policial mi hija haya perdido la vida. No fueron ni cien metros antes ni después. Fue en este control que se cruzaron esas tres bestias en su camino», señaló con mucho dolor.
Mercedes comentó que fue en febrero de 2018 cuando regresó con su abogado y les comunicaron que el juicio se había bajado. «Pidieron una audiencia conciliatoria, donde a mí se me ofrecía un arreglo económico. Devuélvanme la vida de mi hija y en el acto les voy a renunciar. Caso contrario, jamás esta vieja va a renunciar al penal pongan la cifra que pongan. Y se opongan las veces que se opongan, jamás voy a renunciar. Quiero saber quién fue el responsable en la muerte de mi hija», expresó.
El hecho
El 5 de mayo de 2013, la ruta 8 sumó una nueva víctima fatal con la muerte de una joven motociclista que fue arrollada por un camión frente a la sede de la Policía Caminera.
En la moto se conducían la víctima fatal y otro joven, quien manejaba el rodado menor.
La víctima fatal fue identificada como Griselda Soledad Correa (25), domiciliada en Moreno al 600 de Río Cuarto. En la moto iba junto a Enzo Gabriel Moreira (29), quien sufrió fracturas expuestas.
La motocicleta, que se trasladaba con rumbo a Río Cuarto disminuyó la velocidad al advertir el control policial y el camión, que iba en igual sentido, la arrolló, provocando severas heridas la joven.
Por su parte, el camión Fiat 619 con acoplado, iba cargado con maíz y estaba al mando de José Alberto Mores (34).
Griselda había padecido un politraumatismo de tórax que le provocó una hora después del accidente la muerte.