Los seis trabajadores de la firma Chamago, a cargo de la producción de bolsas, recurrieron al ministerio de Trabajo tras el cierre total de la fábrica ubicada en Marcelo T. de Alvear al 1300.
El impacto de la crisis
Despidos
Aunque en la mañana del jueves ingresaron a trabajar normalmente, poco después de las 10, el propietario, Gabriel Zabaleta, les pidió que se retiraran al hall de ingreso y allí les dió la peor noticia.
Zabaleta resolvió «cerrar con llave» todos los accesos a la planta y los empleados optaron por quedarse en el lugar para reclamar el pago de la quincena y las indemnizaciones.
Al mediodía, en medio de una creciente tensión, el propietario convocó a la Policía y los trabajadores recibieron la adhesión de referentes gremiales y hasta estudiantes universitarios.
Tensión
Momentos de tensión se vivieron en Chamago, la fábrica de bolsas que cerró sorpresivamente el jueves y que derivó en el despido de 6 trabajadores. Tras la denuncia del dueño del local, hubo una intervención policial y los trabajadores cesanteados resaltaron que no abandonarán el local.
«Que nos saquen con Infantería si quieren, queremos defender nuestros derechos. No nos vamos hasta que nos paguen la quincena y aseguren cuando vamos a cobrar las indemnizaciones», aseveraron.
La situación provocó la solidaridad de dirigentes gremiales y hasta estudiantes universitarios, aunque no hubo presencia de referentes del sindicato Textil, al que pertenecen los afectados.
«No tenemos más recursos»
«Venimos afrontando una crisis desde junio del año pasado y ya no tenemos más recursos. Hemos tomado la decisión de cortar», afirmó Gabriel Zabaleta, propietario de Chamago, la firma ubicada sobre Marcelo T. de Alvear al 1.300
Zabaleta dijo que «hoy los trabajadores fueron informados sobre el despido» y destacó que, «por las circunstancias del país se cortaron definitivamente las ventas y no podemos afrontar el pago ni de las quincenas»
«Dentro del plazo que impone la ley, que son 4 días, vamos a cumplir con el pago de las quincenas y las indemnizaciones. La empresa se cierra», resaltó.
El empresario tuvo un cruce al mediodía con los trabajadores despedidos y luego resolvió convocar a la Policía lo que sumó tensión a una jornada que reveló el peor impacto de la crisis económica en Río Cuarto.