«Desde tiempos inmemoriales es así: corresponden las detenciones con sentencia firme. Lo otro, requiere de una causal muy especial», señaló el ex juez de Cámara, Oscar Boni, al hacer referencia a la polémica desatada por las prisiones preventivas de funcionarios y el pedido de desafuero de Cristina Fernández.
El ex magistrado precisó «que no solo en la Argentina sino Latinoamérica, hay sentencias por convicción, que causarían gracia sino fueran tan hirientes para todo un pueblo»
«El Código Penal establece para algunos delitos especiales la prisión preventiva cuando hay pruebas suficientes y que podrían recaer, con amplia certeza, en una sentencia condenatoria. Pero, cuando esto no sucede es mejor tener una persona libre y que luego será condenada y no poner en prisión a un inocente», enfatizó.
Boni admitió que «desde siempre, la Justicia argentina fue severa con los pobres y solo hay que mirar quienes están poblando las cárceles»
Ratificado
«Le dije al Presidente que no dudara si yo tengo que dar un paso al costado», confesó el ministro de Justicia, Germán Garavano, en la noche del jueves. Hasta ese punto llegó la convulsión en el Gobierno, como consecuencia de la inesperada interna que protagonizan Garavano y la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. La puja parece no tener un desenlace claro, según señala Clarín.
Mauricio Macri quedó en el medio de dos espadas a las que valora especialmente. Es que si bien el Presidente, que habló por teléfono con Lilita, admitió en la intimidad ante los suyos que el ministro cometió “un error” cuando opinó sobre el pedido de prisión preventiva para Cristina y, en consecuencia, le pidió una rectificación que llevara calma e hiciera retroceder a la diputada, también hizo saber que no está dispuesto a entregar la cabeza de su funcionario, ya que valora su gestión.