El jefe de Gabinete criticó un proyecto de la Coalición Cívica contra la trata de personas, lo que generó la reacción de la autora de la iniciativa.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, inició su informe en la Cámara de Diputados detallando la recuperación de los índices económicos de la Argentina luego de la crisis que afectó en 2009 a la mayoría de las plazas europeas.
En ese marco, hizo hincapié en el rol de las políticas anticíclicas que impulsó el Poder Ejecutivo y rescató que esas medidas “carecen de efectos inflacionarios, por los niveles de oferta, que satisfacían la demanda en la época de crisis”.
El punto más álgido del debate se dio cuando el funcionario nombró a la diputada Gil Lozano , lo que provocó que la propia legisladora se pare en el recinto y empiece a gritar que no iba a permitir ese comentario.
Inmediatamente, todos los legisladores de la Coalición Cívica -Elisa Carrió no está presente- se retiraron del recinto e indicaron que no volverán para la etapa de las preguntas.
«Creo que la provocación no fue casual. Yo fui premiada por ser la legisladora que más trabajó contra la trata. La semana que viene me van a dar un premio en México», indicó Gil Lozano.
La diputada Patricia Bullrich, que asumió el liderazgo del espacio ante el «faltazo» de «Lilita», dijo que Fernández acusó a la Coalición Cívica de «trabajar en contra del país» y por tal motivo decidieron retirarse.
Minutos después, Fernández aclaró que en ningún momento quiso «desacreditar a la legisladora» porque no la conoce personalmente, sin embargo no se desdijo: «Lo que dije, ya lo dije. Y listo. No me arrepiento de nada».
El informe de gestión
a visita de Fernández se enmarca en el artículo 101 de la Constitución Nacional, que señala que » el jefe de Ministros debe concurrir al Congreso al menos una vez por mes, alternativamente a cada una de sus Cámaras, para informar de la marcha del Gobierno».
Luego del informe de Fernández, los bloques del arco antikirchenrista quedarán habilitados para hacer preguntas. Para esa instancia se prepararon intensamente los opositores en los últimos días y aunque este martes se frustró un encuentro de todos los sectores para establecer las reglas de juego, los contactos por separado entre las distintas bancadas estuvieron a la orden del día.
El esquema que se fijó establece que los bloques de más de 20 diputados dispondrán de 10 minutos cada uno para fundamentar y realizar un máximo de 5 preguntas a Fernández.
En tanto, las bancadas de entre 10 y 19 integrantes tendrán 6 minutos y 3 preguntas, mientras que las de entre 4 y 9 miembros dispondrán de 4 minutos para fundamentar y 2 preguntas.
Los espacios que tengan 3 diputados tendrán 3 minutos y una pregunta, en tanto que los bloques de dos legisladores o los unipersonales dispondrán de 2 minutos para argumentar y una pregunta.
A la vez, los cuestionamientos que realicen esas bancadas minoritarias serán respondidos en una sola intervención del jefe de Gabinete, para la que dispondrá de 5 minutos por pregunta, prorrogables por la Presidencia de la Cámara baja