Gladys Guzmán, quien sería heredera de Manubens Calvet, dijo en diálogo con TD que «la verdad está en la sangre» y confió en que «se sabrá». En un día clave para determinar si tres riocuartenses son los herederos de más de 40o millones de dólares que forman parte del legado de Juan Manubens Calvet, una de las presuntas nietas, Gladys Guzmán, dijo que «la verdad está en la sangre y se sabrá».
En diálogo con Telediario manifestó que «hoy llevé a mi hija a una clínica y los doctores me preguntaron cómo podía esta tan tranquila y les dije que de chiquita sabía quien era mi abuelo».
Si mi toca la herencia no le voy a dar oportunidad a los chorros, voy a donar la plata y me dejo algo para vivir bien con mi hija. ¡Qué voy a hacer igual que mi abuelo, que guardó la plata y se fue sin nada! (sic)», expresó.
En la humilde vivienda en barrio Alberdi donde espera el resultado del cotejo del ADN de su padre con el de Manubens, Gladys dijo que nunca dudó sobre el desenlace de esta historia de novela.
«Lo único de lo que me arrepiento es de no haberlo hecho antes, cuando mi madre estaba viva. Mi padre siempre nos decía que nos iba a dejar lo que pueda con su trabajo y no pensaba en esto», señaló.
La mujer lamentó la decisión de una empleada que decidió quemar las cartas que su padre guardaba de Manubens Calvet, antes y después de estar detenido en la Cárcel, en una tarde de exhaustiva limpieza.
«Por todos lados»
Gladys Guzmán admitió que luego de conocerse la historia que los convertiría en millonario «aparecen familiares por todos lados»
«Ahora salen hijos de mis hermanos todos los días y yo los mando a que se saquen sangre y se la manden a Zabala (su abogad0)», afirmó.
Resaltó que su vida «no cambiará demasiado por una moneda».
«Ojalá pueda tener mejor a mi hija y contener a mi hermano que no está bien. Nosotros hemos sido siempre gente de trabajo porque esto es lo mejor que nos dejó mi padre», subrayó.
Resaltó que «la verdad ya se sabe pero la Justicia es lerda».