A un año del crimen de Claudia Muñóz, la comerciante asesinada por múltiples puñaladas en su local comercial de calle San Martìn al 2000, la Justicia mantuvo la detención del albañil de Las Albahacas, Sergio Medina, y persisten dudas sobre las pruebas en contra del acusado.
El fiscal de Instrucción Fernando Moine aguarda el resultado de nuevas pericias de ADN sobre elementos secuestrados en la escena del crimen y la familia de Medina asegura que se trata de un «perejil».
La víctima de 51 años fue hallada sin vida por una clienta que ingresó al local a media cuadra de la subcomisaría Abilene. El cuerpo presentaba múltiples heridas en distintas partes.
La autopsia determinó que Claudia recibió 37 puñaladas y en el local no se habría registrado faltante de dinero ni de mercadería, por lo que los investigadores descartaron la hipótesis del robo.
Medina vive en Las Albahacas, localidad ubicada a 80 kilómetros de Río Cuarto, pero ese día estuvo en la ciudad, en la casa de una tía que vive al lado del domicilio de Claudia Muñoz y sus suegros.
ADN
Tras el arribo de los resultados del primer análisis genético en la campera con restos de sangre, hallada en la escena del crimen, la familia considera que la ausencia de ADN de Medina es prueba de «su inocencia».
«La sangre es compatible con el perfil genético de Claudia Muñoz pero, en relación al material genético masculino, no se puede determinar nada con certeza, por lo que el mismo no resultó apto para el cotejo, es decir, no se halló ADN del imputado», admitió el fiscal Fernando Moine.
El fiscal pidió otros cotejos dé ADN sobre otros lugares donde se encontró sangre en el comercio en el que asesinaron a Claudia.
«Es el responsable»
Liliana, hermana de la mujer asesinada el 9 de mayo del 2017, consideró que Medina es el responsable del aberrante homicidio.
Carta de la hermana de Claudia
«Antes que nada quiero agradecer infinitamente a parientes, amigos y a todas las personas que se acercan a nosotros y que con tan sólo una mirada nos muestran su apoyo y su cariño, entendiendo que nuestro silencio no esconde nada, sólo un dolor inmenso; y si nuestros reclamos no son de manera violenta, insultando o pateando puertas no quiere decir que no estemos buscando que se haga justicia.
Quiero decirles a las pocas personas que hacen comentarios hirientes y poco inteligentes, que rezo para que jamás les toque pasar por el infierno en que se convirtió nuestras vidas, rezo para que nunca tengan que ver a su madre tirada en la cama o deambulando por la casa como una zombi, rezo para que nunca tengan que ver a su padre al oscuro, con la tele y la radio apagada para no tener que escuchar ni ver nada que lo lastime aún más.
Rezo para que nunca les toque ver a una criatura de 9 años llorando bajo la ducha diciendo que si su madre no está ella tampoco quiere estar, para que nunca tengan que ver en su cuaderno frases como «sueño que mi mamá vuelva para ser feliz de nuevo «.
Hablar de que la vida sigue…si…sigue, porque no queda otra…sigue porque los niños y jóvenes de nuestra familia tienen el derecho de tener una vida, ojalá y Dios quiera, feliz y me refiero a ellos porque los que ya vivimos gran parte de nuestra existencia con la presencia de Claudia tan en cada día, en cada hora, en cada segundo compartido hoy y para siempre viviremos porque la vida sigue…
Frases como ¿Importa mucho más cobrar las cuentas? Pero… ¿Saben esas personas que su marido no puede entrar a su habitación? ¿Que no puede ni abrir una ventana de su casa? Y a pesar de todo lleva a su hija al colegio a danza, etc, etc. Además le cocina, le plancha, juega con ella y tantas otras cosas más; y sólo cuando ella no está puede largar ese llanto contenido?
Rezo pera que jamás en la vida se les cruce en el camino una bestia que sin ningún motivo hizo lo que hizo, y sigue viviendo, sigue comiendo, durmiendo sigue respirando!! Cuando para nosotros se nos hace tan difícil tragar un bocado, se nos hacen eternas las noches y el aire parece no llegar a nuestros pulmones…
Rezo para que nunca tengas la enorme necesidad de querer tener a esta “persona” frente tuyo para preguntarle ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué alivio trajo a tu vida semejante crueldad?
Rezo para que nunca tengas que ver una justicia tan lenta y que encima nos toque a nosotros sus familiares ser interrogados como posibles culpables.
Pero en fin… la vida sigue».