La ex abogada de la joven explicó que si finalmente la ley restablece esta figura en el código penal, saldrá de la cárcel. «Esta media sanción es un triunfo», dijo la letrada, en referencia a lo decidido ayer en Diputados
Mariana vargas, la ex defensora de Tejerina, indicó que es «un triunfo para todos» la media sanción que dio ayer la Cámara de Diputados al proyecto que restablece la figura legal de «infanticidio» en el Código Penal, con la consecuente atenuación de las condenas para madres que maten a sus hijos bajo los efectos del puerperio.
«Si el Senado aprueba la ley podría recobrar la libertad Romina, por aplicación de esta nueva ley, siempre y cuando no haya otro tipo de impedimentos», señaló Vargas.
La iniciativa recibió ayer media sanción en Diputados con 170 votos afirmativos, 29 negativos y 9 abstenciones.
La abogada, que dejó de representar a Tejerina en febrero, dijo que «durante muchos años muchas mujeres de todo el país tomaron como emblema para reestablecer la figura del infanticidio el caso Tejerina. Esta lucha ya lleva más de siete años y tras esta lucha, esta media sanción es un triunfo. Sé que falta un paso más, pero vamos en buen camino», señaló.
«La libertad de Romina se va a lograr dentro de poco porque en Derecho Penal se aplica la ley más benigna, aunque sea posterior a la condena. Ahora hay que interponer un recurso de revisión, más allá que yo no actúe mas en el caso», explicó Vargas.
Cuando se le preguntó por qué abandonó el patrocinio de Tejerina, la letrada respondió que fue por «una decisión política de la gente que rodea» a la joven, aunque evitó identificarla.
En junio de 2005, Romina Tejerina fue hallada penalmente responsable del delito de «homicidio calificado por vínculo» en perjuicio de su hija recién nacida.
La acusada sostuvo siempre que su embarazo había sido producto de una violación.
Dio a luz a una beba de seis meses y medio de gestación en febrero de 2003.
El alumbramiento tuvo lugar en el baño de la casa donde vivía con sus hermanas, en la ciudad de San Pedro de Jujuy, distante a unos 65 kilómetros al este de la capital provincial.
Horas después del parto, la joven apuñaló a la beba, que murió días después en el Hospital de Niños «Héctor Quintana» de la capital jujeña.
Fuente: DyN