El Papa admitió hoy haber «incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada».
ROMA.- En una dramática carta que le envió a obispos chilenos después de haber leído el informe de 2300 folios realizado por un enviado especial que investigó el caso del controvertido obispo de Osorno, Juan Barros, el Papa admitió hoy haber «incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada».
Francisco, que había defendido contra viento y marea a Barros -discípulo del sacerdote pedófilo Karadima y acusado de encubrir sus delitos-, pidió «perdón» por ello. Y, en una acción drástica, convocó a Roma a todos los obispos chilenos para discernir las «medidas» a tomar para «reparar en lo posible el escándalo y restablecer la justicia». Los obispos viajarán la tercera semana de mayo.
«En lo que me toca, reconozco y así quiero que lo transmitan fielmente, que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada», escribió el Papa, en una carta divulgada por la Conferencia Espicopal en Chile y, al mismo tiempo, por la Sala de Prensa del Vaticano