Un médico afirmó que Pinto era una persona introvertida y estaba aterrorizado

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Declaró en el juicio por los crímenes en el penal de La Plata.

Con la declaración de José Livio Zanolla quedó finalizada la etapa de citación de testigos por el proceso en el que se juzgan a los acusados por las torturas y homicidios en el penal 9 de la Plata, donde fue asesinado Alberto Pinto.
El médico –que prestó funciones en la Unidad 9 junto a algunos de los imputados- refirió al caso Pinto y confesó haber visto a militares dentro del penal. Según manifestó el Tribunal, la semana próxima comenzarían las declaraciones indagatorias pendientes.
“El régimen era militar y el trato a los internos era de agresividad”, afirmó Zanolla. Y agregó que “no había presencia o constancia real de que les pegaran pero se sabía que ocurría”.
Si bien el testigo ratificó que nunca vio una golpiza, sí pudo constatar que los internos que eran maltratados “no eran vistos por los médicos” para que “las agresiones no quedaran asentadas en ningún lado”.
Zanolla contó que en una oportunidad le alcanzó la medicina a la celda de Alberto Pinto, el interno que padecía de epilepsia y que falleció en marzo de 1979 por no haber recibido la atención médica necesaria. Asimismo, el testigo pudo recordar las “complicaciones de salud” que tuvo el interno y la posterior “descompensación” que derivó en el traslado al área de terapia intensiva del Instituto del Tórax.
“Yo no tengo constancias de los golpes, pero se sabía que se trataba de una perforación intestinal y de la necesidad del traslado de la celda de aislamiento”, manifestó el testigo sobre el caso Pinto. También señaló que pudo entrar a la celda del interno sólo porque se trababa de un shock séptico y que estuvo permanentemente bajo “amenzas”. “El nuestro era un servicio a diario que consistía en guardias de 24 horas”, manifestó Zanolla respecto a su desempeño en la U9.
Ante las preguntas de los abogados querellantes y defensores, el testigo dejó asentado que la atención de Pinto “se tuvo que preparar con el criterio del Dr. Favole. En este sentido, Zanolla afirmó haber intervenido a la víctima y tener “muy vagos recuerdos desde el diagnóstico hasta la operación”. No obstante, a lo largo del testimonio quedó confirmado que el médico imputado “tuvo intervención” y que asistió al Instituto del Tórax junto con el testigo.
En otro orden, el testigo calificó como “traumática” a la situación que le tocó vivir mientras cumplió funciones en la U9 y quiso dejar constancia de que había hecho “demasiado esfuerzo para olvidar ciertas cosas” que para la causa “son de vital importancia”.
Sin embargo, ante la pregunta del Tribunal, Zanolla confesó acordarse de “una persona que tenía una herida de bala en la pierna derecha” y añadió que en ese tiempo “ingresaban alcaldes y subalcaides que estaban en contacto con el personal”.
Sobre el herido de bala, el testigo aseguró haberlo atendido en una cama sin colchón que estaba atada al escaparate de la cama, e incluso haberle realizado las “curas pertinentes”. “El detenido era una persona respetuosa e introvertida, y estaba aterrorizado por lo que no entablamos ningún tipo de dialogo”, agregó.
Por último, Zanolla certificó haber visto entrar a personal militar “trayendo gente” (al penal). “El tema de la ropa era muy complicado porque algunos que vestían de civil, eran militares. Evidentemente no tenía que quedar demasiado claro a qué fuerza pertenecían”, concluyó el testigo..
La audiencia se reanuda el próximo lunes a las 10 en la sede de la ex Amia ubicada en calle 4 entre 51, y 53 y se espera que algunos de los imputados accedan a prestar declaración indagatoria en un juicio que comienza a ver su final.

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