Los anteojos de sol ayudan a reducir el reflejo. En días con poca luz, estas gafas aumentan el contraste y te ayudan a ver mejor, especialmente si el cristal es de color amarillo.
La mala visión al conducir puede tener como consecuencia fallos de cálculo en la distancia de frenado y producir siniestros. El color amarillo en las lentes absorbe, o elimina, la luz azul, la violeta y parcialmente la verde; aumenta el contraste y la cantidad de luz visible por lo que incrementan la profundidad de foco y eso ayuda a ver mejor. Los anteojos con cristales amarillos son efectivos con poca luz.
Los lentes amarillos son utilizados por ciclistas, triatletas, conductores, cazadores y quienes practican tiro.
De acuerdo con los oftalmólogos consultados, la retina es la parte del ojo equivalente al sensor de una cámara digital. Tiene principalmente dos tipos de células, los conos que se activan en condiciones de luz natural y los bastones que se activan cuando es de noche y sirven para ver en condiciones de poca luz. «En horas de la noche, las lentes amarillas mejoran el contraste de los objetos y nos ayudan a ver mejor», asegura el técnico óptico contactólogo, Federico Ellena.
Si ponemos un cristal amarillo delante del ojo, la pupila interpretará que hay más luz en el ambiente y tenderá a estar cerrada. Con lo cual una ráfaga de luz, procedente de los faros de un coche, por ejemplo, molestará menos si la pupila está cerrada que si está dilatada.
Federico Ellena, técnico óptico contactólogo (MP 1396)