Un analista de inteligencia naval de Estados Unidos realizó un análisis que determinó que los tripulantes fallecieron en el acto
En base a la explosión detectada el 15 de noviembre, un informe de la Oficina de Inteligencia Naval de los Estados Unidos concluyó que el ARA San Juan colapsó enseguida.
«Aunque la tripulación pudo haber sabido que el colapso era inminente, nunca supieron qué estaba ocurriendo. No se ahogaron ni experimentaron dolor. La muerte fue instantánea» aclara el autor del informe.