Odontólgos coinciden que es fundamental que los niños adquieran hábitos saludables desde pequeños.
Se le llama “transmisión vertical” cuando la madre le trasmite las bacterias responsables de formar caries a su bebé.
La lactancia materna es muy buena porque la succión del pecho ayuda a un correcto crecimiento de la boca del niño. Los bebés alimentados con leche materna presentan menos problemas en su mordida que los alimentados con biberón. La lactancia materna tiene anticuerpos para la defensa del organismo.
A partir de la aparición del primer diente, hay que evitar el biberón nocturno. En caso de no poder hacerlo, es muy importante realizar la limpieza bucal antes de que se duerma el niño.
La primera visita al odontólogo debería coincidir con la aparición de las primeras piezas dentarias: entre los cuatro y los seis meses.
La situación ideal es comenzar a realizar la higiene de la boca desde antes de que salgan los dientes. Para ello, se puede masajear las encías con una gasa humedecida en agua luego de las comidas o, por lo menos, una vez al día.
Odontólogos recomiendan usar para los niños pequeños un cepillo humedecido en agua. Debe tener filamentos redondos y cabezal pequeño.
Cerca de los 2 años, cuando el niño presenta la mayoría de los dientes, es un buen momento para que aprenda a cepillarse. Lo ideal es hacerlo después de cada comida.
Fuente Instituto Provincial de Odontología -Ministerio de Salud de Córdoba.