Por Martín Urricelqui – Viviana Mielgo es, desde hace 29 años, la docente y directora de la Escuela «Santiago de Liniers», un establecimiento educativo rural ubicado en la Colonia Fábrica Nº3, a pocos kilómetros de Serrano, en el sur de Córdoba.
Desde que la llegada del agua se intensificó y las inundaciones taparon campos y caminos, Viviana viaja junto a sus alumnos en un carro tirado por un tractor para poder llegar a la escuela y cumplir con sus horas de clases.
Es la única docente del establecimiento y hasta hace algunos meses eran ocho alumnos, pero el cierre de los tambos en la zona provocó que la matrícula disminuya a la mitad. Para cuidar los caminos, sólo están dando clases tres veces a la semana y han tenido que resentir horas como las de Educación Física porque por la gravedad de la situación, el profesor sólo ha podido asistir una vez desde que comenzó el ciclo lectivo.
La situación es dramática pero Viviana no baja los brazos. A pesar de que las autoridades educativas le recomendaron dejar todo y trasladarse a la localidad de Serrano para cumplir sus horas allí, ella resiste en esa isla en la que se convirtió su escuela. «No puedo dejar esos chicos sin escolaridad. Mientras que podamos vamos a asistir a clases, porque esta escuela es mi vida, soy parte de las familias y ellos son parte de la mía», relató emocionada a Telediario.
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