Los dirigidos por Diego Maradona se están entrenando a puertas cerradas en el predio donde están concentrados y hasta el jueves no habría atención a la prensa.
A las 10,30 se juntó el plantel argentino a desayunar y luego la mayoría se fue al gimnasio para moverse en forma liviana.
Por su parte, Sergio Romero, Mariano Andújar y Diego Pozo están trabajando con el entrenador de arqueros del seleccionado argentina, Gustavo Piñero.
Por la tarde, a las 16 (hora local, 11 de Argentina) llegará el tiempo de otra práctica de fútbol y habrá que ver si en esta oportunidad Maradona para a los once que enfrentarán el sábado 11 de junio a Nigeria, en Johannesburgo.
Detrás de una reja, con árboles en el medio y a unos 300 metros de distancia con unos buenos binoculares se puede divisar la figura de algún jugador argentino mientras se entrenan.
La postal del entrenamiento del seleccionado argentino son los ocho móviles de la televisión y los casi 100 periodistas, fotógrafos y productores parados fuera del predio deportivo de la Universidad de Pretoria, con todos tratando de rescatar algo del trabajo del equipo de Maradona.
«Hasta el 3 de junio no se podrá entrar al predio», informó Andrés Ventura, jefe de prensa del seleccionado.
La última atención a la prensa del seleccionado argentino fue el sábado 22 de este mes, en el predio de Ezeiza, y recién en cuatro días se los podrá ver trabajando.
Mañana de gimnasio, tarde de fútbol
La Selección argentina realizó ayer un nuevo entrenamiento liviano en la lluviosa mañana sudafricana para iniciar la primera jornada de doble turno pautada por el cuerpo técnico nacional en el High Performance Center de la Universidad de Pretoria.
Si bien los planes estaban pautados para realizar los trabajos en el gimnasio, la intensa lluvia que cayó sobre Pretoria en la mañana de la víspera eliminó las chances de que los jugadores realizaran movimientos de campo.
Los ejercicios comenzaron alrededor de las 11 (6 hora argentina) y tuvieron como foco el trabajo de piernas en los distintos aparatos.
Luego de poco más de una hora y media, el plantel conducido por Diego Maradona se duchó, almorzó y tuvo tiempo libre para dormir la siesta o realizar algunas actividades personales.
La segunda práctica transcurrió al mejor estilo de Daniel Passarella, a puertas cerradas, a 200 metros de la vista de la prensa, entre árboles y con los contornos tapados por lonas.
En ese cambio de posiciones se pudo ver al crack Lionel Messi
moviéndose en función de lateral izquierdo a lo largo de dos tiempos de 30 minutos compartidos en un clima jovial.
Uno de los arqueros, Mariano Andújar, actuó como volante central en tanto que Juan Sebastián Verón lo hizo en el lugar del lateral derecho.
También se lo vio a Gabriel Heinze como centrodelantero, marcado por los improvisados centrales Diego Milito y Gonzalo Higuaín, a quienes Carlos Tevez les peleaba un puesto.
Por la mañana, Messi -quien lució en la cancha a pesar del cambio de funciones- había levantado cargas livianas con la pierna derecha en el gimnasio.
No tuvieron ocasión de divertirse demasiado los guardametas Sergio Romero y Diego Pozo, ya que trabajaron en sus puestos e incluso tuvieron que sacar remates de media distancia, la práctica previa al partido vespertino.
Maradona, por su lado, tomó parte en varios de los trabajos de campo, mientras que se espera que hablaría para los medios el próximo jueves.
En otro orden, el juvenil Nicolás Batista, quien había viajado a Sudáfrica para colaborar con los entrenamientos del seleccionado, tiene que regresar a Buenos Aires porque sufrió una fractura de mandíbula.