«La vejez es una palabra que parece mala, que da miedo. Pero la vejez tiene sed de sabiduría», dijo Francisco al concluir la misa ante decenas de altos prelados.
El papa Francisco deseó el sábado que su vejez fuera «tranquila y religiosa, fecunda y también feliz» en una misa celebrada por la mañana en compañía de los cardenales residentes en Roma, en el día en que cumple 80 años.