En el Club Deportivo y Cultural Juan Bautista Alberdi inauguraron el Espacio Educativo Berta Perassi, en homenaje a la alfabetizadora del barrio “El Acordeón”, delegada gremial de la fábrica Lía, militante y luchadora desaparecida el 1 de Julio de 1976.
Berta fue víctima de tortura y asesinato en el campo de concentración “La Perla” (Córdoba), por la última Dictadura Cívico-Militar.
Berta fue secuestrada el 1 de julio de 1976 en la ciudad de Córdoba y trasladada al campo de concentración del Tercer Cuerpo del Ejército “La Perla” donde es torturada y posteriormente asesinada. Llegó a Río Cuarto, desde Moldes, para estudiar Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional de Río Cuarto. Allí comenzó su militancia en la Agrupación Universitaria del Peronismo de Base en pos de canalizar su decisión de militar en un proyecto político popular y que pueda ayudar a los más necesitados. Su actividad política se desarrolló en un principio en el barrio “El Acordeón” de Banda Norte de Río Cuarto donde participó como alfabetizadora de adultos en un proyecto denominado CREAR.
La iniciativa procuraba, por un lado, alfabetizar a los adultos desde los principios pedagógicos del brasileño Paulo Freire y, por otro, organizar centros de cultura popular (CECUPOs) para enseñar a leer y escribir textos y además fomentar una lectura crítica del mundo de aquellos años y un intento por concientizar a las clases populares de las situaciones de opresión del orden social vigente. La idea era organizarse y luego avanzar en la transformación de la realidad, buscar los cambios sociales para un mundo mejor. Concretamente, el programa se proponía: capacitar al pueblo para descubrir y pensar críticamente sus problemas, encontrar sus causas en las estructuras económicas y sociales y lograr su participación en la resolución de esos problemas.
Berta no sólo enseñó a leer y escribir sino que ayudó a los vecinos del barrio “El Acordeón” a organizarse en un proyecto político liberador, que luego los sectores poderosos frustraron a fuerza de represión.
Mientras desarrollaba estas tareas en el barrio fue amenazada de muerte por un comando parapolicial a mediados de 1974 y decide viajar a la ciudad de Córdoba. Comienza a trabajar en una fábrica de galletitas y además se incorpora a las filas del Partido Revolucionario de los Trabajadores.
Es secuestrada el 1 de julio de 1976 y trasladada al campo de concentración del Tercer Cuerpo del Ejército “La Perla” donde es torturada y fusilada, tras unas tres semanas de detención. Tenía 23 años.