El grupo yihadista Estado Islámico (EI) ejecutó al menos a 30 civiles a los que había capturado en la provincia de Ghor, en el oeste de Afganistán, supuestamente en represalia por la muerte de uno de sus comandantes por las tropas afganas.
«Nuestras fuentes de inteligencia y muchas personas en la zona donde tuvo lugar la masacre nos confirmaron que alrededor de 30 civiles han sido asesinados por el Estado Islámico, todos muertos por disparos», dijo a la agencia EFE el portavoz del gobernador de la provincia de Ghor, Abdul Hai Khtibi.
El jefe del Consejo Provincial, Fazalhaq Ihsan, indicó que ya recuperaron 27 de los cuerpos de los civiles, «todos ellos pobres campesinos, granjeros y pastores».
El gobernador de la provincia, Ghulam Nasir Khazea, dijo que los civiles, entre ellos menores, fueron capturados mientras recogían leña y trasladados luego a valles cercanos controlados tanto por el EI como por los talibanes.
Khazea explicó que los miembros del EI mataron a los civiles como venganza por la muerte por parte de las fuerzas de seguridad afganas de uno de sus comandantes, identificado como Farooq, y otros dos insurgentes.
El EI tiene presencia en Afganistán al menos desde el año pasado y, aunque en marzo las autoridades habían anunciado su derrota, no han cesado los combates entre fuerzas afganas y de esta organización ni los ataques de este grupo en varias partes del país.