El fuego en San Luis ya arrasó con 8.500 hectáreas y sigue latente.
Durante la noche llegó a otra zona poblada, al complejo Sierras Marianas y quemó algunas estructuras de madera, vegetación, postes de luz y tendido eléctrico. Unas 40 personas debieron ser evacuadas y no hubo heridos.
Ya son diez días de incendios forestales en San Luis, con grave destrucción de flora y fauna serranas. «Sigue latente» y se dirige al norte de la sierra central, informó un propietario de la zona de Estancia Grande, mientras un comité de crisis afronta incendios en Los Molles y Villa de la Quebrada.
«Los aviones han realizado ataques directos en los flancos de las sierras con excelentes resultados, a los que hay que sumar las tareas terrestres de la construcción de contrafuegos que están dando los resultados esperados», dijo la ministra de Seguridad, Beatriz Alaggia.
Las 100 personas evacuadas el viernes en la zona de Los Molles han regresado el sábado a sus hogares, tras haberse comprobado el control total de los focos ígneos en ese lugar, aunque continúa la guardia por cenizas activas.
«Hay personas y viviendas evacuadas, y se ha podido lograr preservar la vida de las personas por todos los lugares por donde pasó el fuego, aunque se ha perdido la fauna y la flora de todas las sierras centrales de San Luis», dijo Lucas Almirón, propietario de una vivienda en Estancia Grande que colabora con los bomberos en el control del fuego.
«El problema principal es que el fuego, que en un llano avanza por el viento, en la sierra baja en abanico hasta abrirse hacia todos lados, y cuando se abrió para el norte, avanzó de Potreros de los Funes a Susques, a Los Molles, y volvió a Potreros», describió.
En las zonas serranas, los bomberos ascienden con mochilas de 30 litros de agua, equivalentes a 30 kilos, y es muy complicado reponer la carga si no se opera con aviones hidrantes.
Los integrantes de los cuerpos de bomberos reconocieron que a pesar de los avances obtenidos, la situación sigue siendo complicada, ya que se depende de las condiciones meteorológicas y el pronóstico no es alentador para la provincia, pues se auguran épocas de sequías y continuidad de fuertes vientos.
«El panorama ha mejorado pero sigue siendo delicado e imprevisible «, dijeron los jefes de los cuerpos de bomberos voluntarios que están trabajando en estos lugares de crisis.
(Diario de la República – Telam)