El vocero del Arzobispado de Paraná, Ignacio Patat, aseguró que el convento de monjas de la ciudad entrerriana de Nogoyá donde se encontraron elementos de tortura y autoflagelación «tiene dependencia directa de la Santa Sede» y que los elementos forman parte de «la manera de la vida de la disciplina» de las internas.
«El monasterio es de Derecho Pontificio, si bien tiene jurisdicción en la Diócesis de Paraná tiene dependencia directa de la Santa Sede, por lo que su funcionamiento depende de las reglas aprobadas por la Santa Sede», afirmó Patat.
En diálogo con la prensa explicó que el monasterio «se rige por la Regla de Santa Teresa, con la vieja manera de vivir de las Hermanas Carmelitas, que aunque para el lenguaje social puede sonar a castigo, en la regla interna es la manera de la vida de la disciplina y están permitidos».
El funcionario del arzobispado de Paraná dijo que no se trataría de «castigos ni de torturas, las reglas del monasterio hablan de elementos de disciplina personal».
En tanto, precisó que el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, «está al tanto de las novedades, y ha hecho visitas pastorales desde julio a la fecha».
Por otra parte, criticó el accionar policial y judicial al considerarlo «poco grato» y aseguró que se habla «sin conocer ni saber cómo es el funcionamiento del monasterio».
«Hay que esperar qué determina y justifica este accionar, los motivos de la intervención y el modo por el que entraron», concluyó Patat.
El convento está ubicado en la ciudad entrerriana de Nogoyá, a unos 100 kilómetros de la capital entrerriana.
El lugar fue allanado tras una denuncia periodística por torturas y hallaron «ciertos elementos de tortura y autoflagelación» como látigos y cilicios, informó el fiscal que lleva adelante la causa, Federico Uriburu.