El equipo de Gerardo Martino se quedaría sin el mediocampista ofensivo, a raíz de una fuerte molestia en la zona del desgarro que sufrió frente a Panamá.
El volante Ángel Di María terminó la práctica matutina del seleccionado argentino de fútbol con algunas molestias, y pasó de perfilarse como titular el domingo a ser la gran duda del equipo para la final de la Copa América Centenario contra Chile.
‘Fideo’, quien hasta hoy se mostraba recuperado de edema en el aductor mediano de la pierna derecha que sufrió en el segundo partido de la Copa ante Panamá en Chicago, por lo que iba a jugar de entrada en el lugar de Ezequiel Lavezzi.
Sin embargo, sintió dolores después de la media hora de fútbol que tuvo el entrenamiento en Houston -a puertas cerradas- y es una incógnita si el técnico Gerardo Martino podrá contar con él de entrada.
Si Di María no llega, el «Tata» Martino apostaría a Erik Lamela para ocupar el lugar de Lavezzi, quien este viernes será operado en la ciudad de Nueva York de la luxo fractura en el codo izquierdo que sufrió en la semifinal ante Estados Unidos.
Además, Nicolás Gaitán es la otra opción, aunque hoy fue uno de los que se ejercitó en forma diferenciada.
Por otra parte, Lucas Biglia se mostró en óptimas condiciones, por lo que sería uno de los titulares en la gran final (por Augusto Fernández, con un desgarro en el isquiotibial.
Sin embargo, la situación de Marcos Rojo es delicada. El defensor y hombre de buen torneo por el sector derecho de la defensa “albiceleste”, tiene una molestia muscular en el muslo izquierdo. El propio cuerpo médico había dado un parte luego del encuentro frente a Estados Unidos en el que indicaba «una sobrecarga muscular».
Esta lesión podría desencadenar en un desgarro y con ello que el entrenador se quede rápidamente en la final con un jugador menos que sustituir.
Es por ello que Martino analizará la situación del jugador y confirmará su presencia, horas antes del encuentro.
(Telam)